20/11/07

Diario de China: Día Primero. Un principio

Nos hemos levantado temprano en un ridículo intento de que el tiempo transcurra más rápido, pero lo cierto es que nuestro vuelo a Xi'an no sale hasta las 15:15 y son tan solo las 10:30. Tenemos tiempo de sobra antes de que el E34 nos lleve al aeropuerto en Lantau, y lo pasamos con ' little naughty', que en chino suena algo así como 'ba..loon', la linda gatita blanca de Oiting y que se está muriendo. Tengo la certeza de que a nuestra vuelta ya no estará ahí para regalarnos su risa agradecida cada vez que nos acerquemos a ella. Nunca me gustaron los gatos, pero vivir durante dos meses con cuatro gatas, que me siguen a todas partes, me ha cambiado por completo la perspectiva.
Volamos con Hong Kong Airlines. Hong Kong Express viene a ser una versión mejorada de las lineas de bajo coste europeas, con asientos más amplios, televisión y comida y bebida incluidas en el precio del billete. Soy el único europeo en el avión y me toca sentarme junto a la puerta de emergencia. Ésto significa que me tengo que tragar el rollo de como abrir la puerta junto al ala izquierda ante la eventualidad de un accidente. Despegamos puntuales y al poco tiempo nos sirven el almuerzo. Tomo un arroz con pollo que definiría como "comestible si tienes hambre"; yo la tengo y me lo como todo con dos vasos de coca cola. Después me paso las tres horas siguientes entre el sueño y un programa de variedades en la televisión. Cuando despierto, estamos llegando a Xi'an; por la ventana veo montañas verdes cuyos picos asoman entre nubes oscuras. En unos minutos habremos llegado y se me hace un nudo en el estomago. Bostezo un par de veces, abriendo la boca como un león, y los oídos se destaponan recuperando el sonido estéreo surround. Tomamos tierra.

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