15/12/07

Un día en las carreras


Por fin encuentro un hueco, en la locura final de estos últimos días en Hong Kong, para escribirles algo. Ha sido una semana larga, pero que ha pasado volando, y en la que volví a China por unos días, me compré una cámara nueva (Nikon D40x, que espero aprender a manejar pronto) y en la que no he parado un momento visitando, quizás un poco a la ligera, algunos de los sitios que estaban en mi agenda desde mi llegada. Interrumpida, solo temporalmente, la redacción de mi 'Diario de China', quiero hoy hablarles de carreras de caballos.

Si bien 'Happy Valley' aparece en todas las guias de viaje de Hong Kong, cuando pasé por allí no me pareció gran cosa. Eso no quita que tenga una gran tradición en lo que a carreras de caballos se refiere, no en vano fue construido en 1845 con la llegada de los ingleses a Hong Kong, y a los que les guste el arte ecuestre no deben dejar de visitarlo. Sin embargo, mi día en las carreras lo pase en 'Sha Tin Racecourse' en los 'New Territories'. Fui un miércoles, aunque también hay carreras los sábados y en ocasiones los domingos, y me senté allí con mi botella de té con limón a intentar entender como funcionaban las apuestas de caballos. Había miles de personas que no dejaban de anotar resultados y realizar cálculos, que se me escapaban por completo. Una gran pantalla señalaba los nombres de los caballos y a como se pagaban las apuestas. No soy muy dado a las apuestas, y mucho menos si no tengo la menor idea sobre el asunto, así que me limité a apostar conmigo mismo eligiendo un caballo ganador poco antes de cada carrera. No necesito decir que no acerté una sola vez, aunque pasé un buen rato animando mentalmente a mi caballo.


Sobre 'Sha Tin Racecourse', les diré que son las instalaciones que se usarán durante las próximas Olimpiadas de Beijing en el 2008. Posee capacidad para más de 80.000 personas y es propiedad de Hong Kong Jockey Club, una de las instituciones, de origen ingles, más antiguas de Hong Kong.


No soy aficionado a los caballos y, como pueden ver, no es mucho lo que puedo contarles. Sin embargo, me pareció interesante comentar, aunque solo sea por encima, que en Hong Kong existe una gran tradición ecuestre que refleja la presencia inglesa durante 150 años.


7/12/07

Un alto en el camino

Cuento los días, y me doy cuenta que son escasamente 10 los que me quedan antes de volver, como el turrón, a casa por Navidad. El tiempo ha pasado volando y, si vuelvo la vista atrás, parece que fue ayer cuando llegaba a Hong Kong con una maleta llena de ilusiones. Como digo, se me acaban los días y es mucho lo que aún me queda por hacer. Principalmente, quiero pasar más tiempo con Oiting, por la sencilla razón de que no se cuando volveré a ver a la persona que ha compartido mis días y mis noches durante los 3 últimos años. También quiero volver unos días a China, esta vez al Sur, y probablemente me pase por Macao. Otra razón es que me voy a comprar una cámara nueva y necesito tiempo para pelearme con las instrucciones, y estar seguro de que funciona correctamente antes de marcharme. Quiero estar en la calle y aprovechar al máximo el tiempo, para llenarme los ojos de paisajes, la boca de sabores, y el alma de personas que no se si volveré a ver. Tengo muchas fotos por hacer y una montaña que subir un día sin niebla. Quiero jugar con 'mis' gatas, y llenarme las manos de arañazos que me ayuden a recordarlas cuando no las tenga para despertarme en mitad de la noche. Quiero acabar un libro que hoy empiezo y que no me cabe en la maleta de vuelta... Por éstas y otras razones he decidido que, a partir de hoy, mis publicaciones dejen de ser diarias y pasen a ser algo más intermitentes, al menos de momento.
Por otra parte, estoy barajando la posibilidad de interrumpir mi Diario de China durante un tiempo y centrarme un poco más en Hong Kong. Me parece que es un momento idóneo, puesto que el viaje llega a Beijing y continua por Nanjing y Hangzhou, y es éste un paisaje distinto y que nos habla de otra China. No lo he decidido aún, pero quizás lo que haga es intercalar algún episodio de vez en cuando, de manera que no se les haga pesado ni a ustedes ni a mí. Sin embargo, dejo esta decisión en manos de aquellos que sé, me leen a diario.
También aprovecho para informar que a partir del día 18 continuaré escribiendo desde El Puerto o donde quiera que vaya después. Para ello tengo algo así como 3000 fotos, libros y sobre todo la experiencia de haber visitado decenas de lugares de los que todavía no les he hablado y que irán apareciendo poco a poco. Por supuesto, existe también la posibilidad de volver para ampliar decorados. De hecho, me dejo sin ver muchísimas cosas, no solo en Hong Kong, sino en los territorios que lo rodean. Sin embargo, volver, y cuando, dependerá de factores económicos y de la dirección del viento una vez vuelva a Europa.

6/12/07

Diario de China: Día sexto. Una noche en el tren

A los hermanos Marx no se les ocurrió rodar 'Una noche en el tren'. Si lo hubieran hecho, seguro que hubieran copiado la escena del camarote de 'Una noche en la Opera' o aquella otra del restaurante y las mesas de 'Una noche en Casablanca', pero en un tren que se llena de chinos. Me imagino la escena: 'ticket please', 'tsie tsie' y otro chino pa' dentro, y así hasta que el vagón se va llenando de gente y maletas y bolsas gigantes, y entonces aparece el que vende los refrescos con su carrito y le sigue el revisor y uno que decide ponerse a barrer justo ahora que todo el mundo está por medio; llega también la policía y una azafata que vende cepillos de dientes; alguien saca un baraja y comienza una partida con el pasillo de por medio; "pipas,chicles,calameros", grita una vendedora; aparece otro carro con platos de arroz y noodles; una chica pasa una bolsa para la basura... y así toda la noche.
Sobre la 1 de la mañana parece que la cosa se calma y muchos empiezan a dar cabezadas. Yo me he terminado un paquete enorme de pipas ( los chinos comen pipas ) y continuo con mi viaje a las Galápagos. Se ha organizado una timba a escasos metros de nosotros y son lo bastante ruidosos para no dejar dormir a nadie. Algunos se han quejado ya, pero los de la timba están a lo suyo y no hacen el menor caso. Entonces empiezan a fumar y aquello se convierte en un pub ( se entiende que de fumadores ) incluida la música que no se de donde ha salido. Las protestas aumentan y entonces Oiting en ingles les recuerda que no se puede fumar en el tren, pero nada de nada. No me gustan los problemas pero estos tíos no obedecen a razones y además no me están dejando leer (probablemente la cosa que más me molesta en el mundo ), así que cuento uno, dos ,tres, y aprovechando mi condición de 'ingles' me levanto y me dirijo hacia el grupo de ruidosos. " What's your fucking problem man?", le digo a uno con cara de lelo y que responde con un "I don't understand". "Tu tía, no entiendes. Ya estás apagando el cigarrito, bajando la música y dejando de gritar". Tengo que decir que son unos segundos muy largos y en los que llego a pensar que me van a partir la cara por listo. Me hacen caso sin embargo, y no solo ellos se callan, sino que se hace el silencio en todo el vagón ( lo que me confirma el respeto que despierta un europeo en China ). La gente puede por fin dormir y yo vuelvo a embarcarme rumbo a Galápagos donde paso el resto de la noche.

5/12/07

Diario de China: Día sexto. Hasta la vista Luoyang

La estación de trenes tiene un aspecto bastante más tranquilo que el que presentaba la de Xi'an. No se si es por la hora de salida o porque es una ciudad más pequeña, pero lo cierto es que hay bastante menos gente e incluso encontramos un asiento donde sentarnos mientras esperamos que abran la puerta de embarque a nuestro tren. El billete en 'hard seat' me ha costado 106 yuan. Serán 10 horas de viaje y como no creo que pueda dormir demasiado, me voy a regalar 'Galápagos: viaje al fin de mundo', de Alberto Vazquez-Figueroa.
Me voy de Luoyang satisfecho de lo que he visto y con una imagen bastante más amable de China que la que me encontré en Xi'an. Tengo que decir que, en general, la gente es muy amable aquí, un lugar donde los niños te gritan 'hello' antes de salir corriendo, tímidos, a esconderse. No deben estar, sin embargo, muy acostumbrados a los 'rostros pálidos' y , sobre todo los viejos, se quedan embobados al verte pasar; algunos se parten el cuello mirándote sin ningún reparo, pero se les nota que es solo curiosidad ante algo que les es extraño. No existe en Luoyang acoso al turista y uno puede pasear tranquilamente sin que le quieran vender algo a cada paso que da. Me gusta Luoyang aunque no sabría decir el porque, solo se que volvería a darme una vuelta por aquí si alguna vez tengo la oportunidad. Si tuviera que describir esta ciudad diría: "Luoyang es como una persona muy fea pero que siempre esta sonriendo".

Diario de China: Día sexto.Traduciendo que es gerundio

Aunque la foto a continuación es horrorosa, contiene un texto que les quiero traducir. Ni que decir tiene, que es Oiting quien traduce primero del Chino al Ingles, para que luego, yo haga lo propio al Castellano. Supongo que por el camino se habrán perdido muchos matices, así que nadie espere una traducción exacta, aunque si aproximativa, del texto en cuestión. La foto fue tomada con premura, en una agencia de reclutamiento laboral o como quiera que se le llame a una oficina que ofrece trabajos a la gente.





"RECLUTAMIENTO



1- Disco Club empleada ( se refiere a bailarina o algo así ). 3000 yuan*.


2- Cargador ( no me queda claro de qué ). 1600 yuan.


3- Seguridad ( interior ). 800 yuan.


4- Cajera de supermercado. 700 yuan.


5- Camarero. 600 yuan.


6- Mudanzas. 1200 yuan.


7- Camarero de Night Club. 700 yuan.


8- Guia turístico. 1500 yuan.


9- (Desconocido). 800 yuan.


10- Empleado en factoría de comida o de juguetes. 800 yuan.


11- Seguridad ( exterior ). 1200 yuan.


12- Limpiador de fachadas y ventanas ( me refiero a esos que se descuelgan por los edificios ). 3000 yuan.


13- Reparador de electrodomésticos. 1500 yuan.


14- Portero. 600 yuan.


15- Lavandería de hotel. 600 yuan.


16- Empleado en factoría de electrodomésticos. 800 yuan.


17- Pintor o soldador. 2500 yuan.


18- Instalador de motores. 1500 yuan.


SERVICIOS MATRIMONIALES/ALQUILER Y VENTA DE PROPIEDADES"



*Recordar que la correspondencia entre Euro y Yuan es de 1 a 10 aproximadamente, con lo que basta con dividir entre 10 para pasar de yuan a euro.

4/12/07

Diario de China: Día sexto. Perderse en Luoyang

Perderse en Luoyang es tan sencillo como montarse en un autobús equivocado; y el numero 53 lo era a pesar de lo que pueda decir mi guia de viajes. Oiting dormitaba y yo miraba los letreros de las calles y que me sonaban todos a 'chino', cuando noté que el autobús hacía un giro extraño a la derecha y que no recordaba del camino de ida. Dejé, sin embargo, transcurrir unos minutos por si volvíamos a girar a la izquierda. Entonces un nuevo giro a la derecha me hizo pensar en el enano de antes y dije '!mierda!, ya la hemos liado'. Desperté a Oiting, que parecía de vuelta de un viaje astral, y le dije que no tenía ni idea de donde estábamos. Sacamos el mapa, pero no nos dio tiempo para mucho porque el autobús se detuvo y anunció que era la última parada. Nos bajamos y, por la cara de la gente al ver un turista por allí, me imagine que estábamos en medio de ningún lugar. Comenzamos a preguntar por la estación de trenes y todos nos miraban con cara de que estábamos locos. Al final decidimos que coger un taxi, aunque de cobardes, era la mejor opción. Además no teníamos mucho tiempo porque había que dejar el hotel antes de las 19:00 ( habíamos alargado la reserva medio día -90 yuan- para dejar las mochilas ) para coger nuestro tren a Beijing. Tardamos un buen rato en ver aparecer uno, pero resultó una buena idea coger un taxi porque estábamos a más de 15 minutos en coche de la estación de trenes. La suerte es que en Luoyang los taxis son incluso más baratos que en Xi'an y solo nos costó 8 yuan la carrera.
Nos dimos una ducha rápida, recogimos los cepillos de dientes y dejamos el hotel entre sonrisas, con el deposito de vuelta y con una factura arrugada en el bolsillo. Como al final nos había sobrado algo de tiempo, volvimos a cenar en el mismo restaurante de la noche anterior. Esta vez fue más cara la cosa: 26 yuan.

Diario de China: Día sexto. Con la mierda en los talones

Me había fijado que los pantalones de los niños pequeños tienen una abertura trasera del tamaño de una cuarta. La razón es bastante sencilla: cuando un enano recibe la llamada de la selva y dice eso de "mama pipí" o " mama caca", es mucho más sencillo abrir por detrás y dejar al descubierto el culete del sujeto, que tener que desabrochar botones y bajárselo todo hasta los tobillos. En vista que la razón parecía, en principio, convincente, y justificaba que a los enanos se le congelaran los bolindres en invierno, quedé a la espera de una demostración del asunto.
Estaba esperando el autobús de vuelta a la ciudad, cuando me fijé en la figura de uno de estos enanos que tiraba del brazo de su madre. 'Ésta va a ser', me dije, 'el niño no aguanta más y, como no hay un baño cerca, la mama le saca el pilindolo y a regar las macetas'. Sin embargo no fue así la historia y, ante mi sorpresa, la madre le abrió la trasera al niño, que allí, en medio de la cera y con todo el mundo pasando, se puso en cuclillas y soltó, para que me entiendan, algo así como un kilo de 'Nocilla'. Me quedé de piedra y esperando a que alguien hiciera o dijera algo. Pero nadie pareció notar nada extraño en que un mocoso se cagase en medio de la vía publica y dejara allí el 'bollicao' del desayuno. Entonces llegó el autobús y me marché, aún incrédulo, de allí.

3/12/07

Diario de China: Día sexto. Al otro lado del rio

Al otro lado del río hay más cuevas, y aunque es verdad que son pocas y menos importantes, también lo es que están en un decorado más bonito, porque se encuentran en una montaña verde donde los arboles son los dueños, y porque desde allí se puede contemplar la otra orilla y observar la grandeza de las 'Longmen caves'. Además hasta allí no llega casi nadie porque la mayoría se quedan satisfechos con hacerse la foto con la estatua más grande y no se plantean siquiera la posibilidad de contemplar la obra en su conjunto. La niebla no dejaba hacer buenas fotos, pero no me importó sentarme en una roca y pasar un rato imaginando un tiempo pasado en el que el hombre era capaz de hacer cosas como ésta. Entonces me vino a la cabeza la imagen de un hombre que destrozaba las cabezas de las estatuas y pensé como el ser humano es tantas veces capaz de destruir lo que a otros tanto esfuerzo costó levantar.



Diario de China: Día sexto. Longmen Caves

Si hay algo que despertó mi atención desde un primer momento a la hora de preparar mi viaje a China, ese algo fueron las 'Longmen Caves'. Fue ver las fotos en mi guia y decidir que ésta tenía que ser, sí o sí, una de las etapas de mi viaje. Las 'Longmen Caves' son un conjunto de unas 2.000 pequeñas cuevas o nichos y que contienen más de 100.000 estatuas budistas. Iniciados los trabajos durante la dinastía Nothern Wei ( 386-534 ), los nichos se fueron situando en la ladera de dos montañas que bordean el río 'Yi' y son, sin duda, la cosa más espectacular que he visto en mi vida.

Hasta allí llegué en el autobús numero 81, que por 1.5 yuan hace el trayecto de 14 km desde la estación de trenes a la entrada del recinto. El pase cuesta 80 yuan e incluye la visita a las cuevas en ambos margenes del río, el templo de Xiangsham y la tumba de Bai juyi. Es un lugar muy concurrido, en el que, sin embargo, apenas pude ver occidentales con la excepción de una excursión de franceses. No se muy bien como describir este lugar, así que pondré alguna foto y que cada uno saque su propia opinión. Yo por mi parte recomiendo a cualquiera que venga a China que se de una vuelta por aquí o por Datong, que está más al norte y que tiene unas cuevas parecidas construidas por la misma gente.






































Diario de China: Día quinto. Cenar por dos euros

Ya de vuelta en Luoyang salimos a dar una vuelta en dirección contraria a la que seguimos el día anterior. Después de un rato caminando, entramos en un restaurante a cenar. Tomé unos dumplings fritos, un plato de arroz con cerdo y un plato con verduras hervidas- Oiting tomó noodles-, y todo acompañado por otra coca cola de litro y medio. La camarera simpatiquísima no dejaba de acercase por si necesitábamos algo. La cuenta fue de 23.5 yuan, o lo que es lo mismo algo más de 2 euros. Pagué 30 y dejé la vuelta de propina después de tener que insistir un buen rato para que la chica aceptara los 6.5 yuan y volviera al restaurante, porque había salido hasta la calle a devolvernos la vuelta.
De camino al hotel paramos en un supermercado a comprar agua y algunas galletas. Después me dí un magnifico baño y caí rendido en la cama.

2/12/07

Diario de China: Día quinto. Shaolines en el 'show business'

Si los lugares que estábamos visitando me estaban encantando, me estaba empezando a cansar de que me trataran de guiar los pasos en todo momento. El primer problema surgió cuando me dijeron que debía seguir al grupo en las visitas. Traté de ser diplomático y explicarles aquello del continente y el contenido o más bien que me dejaran en paz, pero no entendían que durante una visita prefiriera pararme a hablar con la gente y hacerles fotos en vez de tragarme un rollo monumental en chino y detenerme cada vez que al guia le diese la gana para ver lo que ellos consideraban que debía ser importante. Después de algunos intentos para que los siguieran, y viendo que mi cara se iba tornando color 'vete a tomar por c...', me dejaron tranquilo. Sin embargo, tuve sufrir y esperar continuamente a que el grupo se hiciera fotos hasta con el cartel del cuarto de baño.

Así las cosas, eran casi las 14:00 cuando llegamos a 'Shaolin Temple'. 'Shaolin' significa 'bosque joven' y es la orden de monjes luchadores que reside en este templo budista fundado en el siglo V. Al parecer un tal Bodhidarma, un monje indio que llegó en el 527, desarrolló un sistema de ejercicios encaminados a obtener una mejor forma física que ayudara a la hora de meditar y acercarse a Dios ( ya se sabe que estos budistas son capaces de pasarse horas en posturas que se me antojan imposibles como si nada, y mientras, incluso le buscan el sentido a la vida ). Pues bien de estos ejercicios derivó lo que se conoce como 'Shaolin Boxing' y del que derivan todas las demás Artes Marciales.

Dicho ésto, comprenderán lo que significaba poner un pie en el mítico 'Shaolin Temple'. Sin embargo, de mítico le queda ya poco, porque se ha convertido en lo que yo llamaría 'Circo de los hermanos Shaolin'. A mi llegada me encontré con que había allí decenas de autobuses y un hormigueo de turistas se apresuraban a hacerse fotos en posturas ridículas junto a cualquier estatua que encontraran a su paso. Hay exhibiciones, que si bien son espectaculares ( he visto con mis ojos como hacen el pino sobre el dedo índice, rompen barras de hierro con la cabeza o dan saltos que ni los monos de tarzan serian capaces de igualar), no hacen más que incrementar el sentimiento de que estoy ante una maquina de hacer dinero ( 140 yuan la entrada; con diferencia la más cara que he pagado en todo el viaje ). No quiero decir con ésto que no merezca la pena venir hasta aquí, lo que digo es que nadie espere encontrarse con el misticismo que se le supone a un lugar como este. Así las cosas decido alejarme de tanto 'show business' y visitar el cementerio de pagodas donde están enterrados todos los celebres monjes shaolines. Hay que darse un paseo de algo menos de 2 kilómetros para llegar hasta allí, pero merece la pena por el paseo y porque es un lugar del que rebosa todo aquello que falta en el templo y sus alrededores. Si alguien quiere conocer la grandeza de la orden shaolin que se acerque por aquí y se siente junto alguna tumba-pagoda ( alguna con más de 1000 años) y se deje envolver por la historia que tiene este lugar. Por contra si lo que se quieren ver son saltos y juegos malabares mejor se van al circo que queda a la entrada del recinto, junto al templo y las tiendas de souvenires.


Estaba paseando y disfrutando de la magia del lugar, cuando a lo lejos aparece la guia que nos habían encasquetado al llegar y se me acerca corriendo. " Nos vamos en 10 minutos" me dice. Entonces pienso que ha llegado la hora de la venganza después de todo un día esperando a los demás. " Voy en un minuto, solo una foto más", respondo mientras me pierdo entre el bosque de pagodas. A mi regreso, media hora después, todos estaban esperando y la guia parecía al borde de un infarto. Nadie se atrevió a decir una sola palabra. Quizás al final habían aprendido que donde las dan las toman.


1/12/07

Diario de China: Día quinto. ¿Quien dijo viejo?

Las carreteras secundarias están cargadas de encanto, atraviesan pueblos y campos de cultivo y nos hacen participes de la vida de las gentes del campo. No nos detenemos, pero me da tiempo a fijarme que cortarse el pelo en uno de estos pueblos cuesta 3 yuan ( 30 céntimos ) y calculo cuanto me costaría pasarme una temporada allí. Hay carreteras sin asfaltar y el ladrillo vuelve ser la tonalidad prevalente en las construcciones que veo. La gente sonríe, algunos saludan al vernos pasar, otros trabajan la tierra. Nos acercamos a 'Song Shan', una de las cinco montañas sagradas para los Taoístas, y el paisaje toma color a pesar de la niebla. Entonces comienza la subida por una carretera de un solo carril y sin quita miedos. Debería dejar de mirar por la ventana porque sufro de vértigo, pero algo me atrae a mirar el precipicio. Es extraño pero no me asusta que la furgoneta se salga del carril y hagamos caída libre.

'Songyang Academy' fue construida en el año 484 y fue uno de los grandes centros de aprendizaje durante la dinastía Song, además de ser el más importante para la enseñanza del 'Confusionismo'. Es un lugar hermoso rodeado de montañas y en cuyo interior se pueden encontrar varios arboles milenarios. Dos de ellos son cipreses cuya edad está estimada en más de '4500' años, y ahí están los tíos todavía echando hojas verdes a pesar del hombre y su maldita costumbre de cortarlo todo.