30/11/07
Diario de China: Día quinto. Xuanzang y la bola de dragón
Diario de China: Día quinto. Echar gasolina
Diario de China: Día quinto. Nos vamos de excursión
29/11/07
Diario de China: Día cuarto. Perro a la carta
28/11/07
Diario de China: Día cuarto. Llegar en tren
Diario de China: Día cuarto. Una razón y un poco de Historia
27/11/07
Un paréntesis necesario
26/11/07
Diario de China: Día cuarto. Un viaje en tren
Diario de China: Día cuarto. Adios Xi'an
25/11/07
Diario de China: Día tercero. Primeras conclusiones
24/11/07
Diario de China: Día tercero. No es 'Ming' todo lo que reluce
Diario de China: Día tercero. Campanas y tambores
Las "Bell y Drum Towers" fueron utilizadas durante las dinastías Ming y Qing para señalar la hora al modo que nosotros hacíamos con los 'campanarios'. Ésto demuestra que no es nueva esa manía que tenemos de medir el tiempo, algo que es infinito; y en el colegio ya nos decían que, "infinito dividido por cualquier numero siempre nos da infinito". Con anterioridad campanas y tambores ya fueron utilizados como instrumentos musicales.
Diario de China: Día tercero. Doce kilómetros en bicicleta
Diario de China: Día tercero. La pagoda, el museo y el taxista
Después de pasarme un buen rato dándoles vueltas a la pagoda y aburrir a Oiting, hemos ido andando hasta el 'Shaanxi History Museum' que estaba ahí cerca. El edificio es precioso, pero dentro no hay demasiado que ver. Sin embargo, tiene una sala dedicada a cuando eramos casi monos, con algunos cráneos y utensilios de la época del 'clan del oso cavernario', y que me gustó bastante. También tiene multitud de jarrones, figurillas y monedas. Aunque no justifique un viaje a Xi' an, si pasáis por la puerta, pagar los 35 yuan y dedicarle un par de horas, que ya se sabe que un poquito de Historia nunca esta de más.
Diario de China: Día tercero. Empujones y civismo
23/11/07
Diario de China: Día segundo. El final del día
Diario de China: Día segundo.Mirando por la ventana
Diario de China: Día segundo. Autobuses
Diario de China: Día segundo. El polvo del camino
22/11/07
Diario de China: Día segundo. Un poco de esplendor Tang
Diario de China: Día segundo. Un ejercito de barro
Diario de China: Día segundo. El mito que se hizo realidad
Foto panorámica de la montaña-tumba del emperador Quin.
Diario de China: Día segundo. Despertar en China
Diario de China: Día primero. Paseando en tinieblas
Diario de China: Día primero. Ríos de saliva
Diario de China: Día primero. Hotel dulce hotel
21/11/07
Diario de China: Día primero. Bienvenido a la guerra
Diario de China: Día primero. La llegada
Diario de China: Día primero. Xi'an, apunte histórico
20/11/07
Diario de China: Día primero. La burocracia
Diario de China: Día Primero. Un principio
Diario de China: Antes del principio
5/11/07
4/11/07
Lecciones triviales de la historia de Hong Kong: Origenes del Hong Kong moderno.
Fue un asunto de drogas. Los ingleses, en plan Pablo Escobar, no aceptaron que los chinos les prohibieran comercializar con opio en su territorio, y no porque estuvieran a favor de la legalización de la marihuana, sino porque les suponía la perdida del 80% de sus exportaciones desde la India. Los Chinos, por su parte, no querían que nadie les importara nada; ellos eran una país autosuficiente y no necesitaban nada que no fuera "Made in China". Así las cosas, había que pelearse para ver quienes tenían la razón, y este fue el origen de la Primera Guerra Anglo-China (1839-1842), más conocida como la 'Guerra del Opio'.
Ganaron los ingleses, sobre todo porque en Inglaterra habían conocido la llamada 'Revolución Industrial', mientras que en China continuaban en plena Edad Media, y claro, ésto se notó a la hora de pegarse tiros unos a otros. Como consecuencia de esta derrota sin paliativos, los chinos tuvieron que firmar el 'Tratado de Nanjing' (29 Agosto 1842) por el que cedían la isla de Hong Kong a los ingleses (efectiva el 26 Junio 1843), y volvían a permitir el tráfico de amapolas y fumar en pipa.
Los ingleses pudieron haber ocupado China, pero a estas alturas del cuento habían aprendido (tenían el ejemplo de la India) que lo que obtenían por un lado en forma de materias primas, se les iba por otro en gastos de administración. Un pequeño puerto bien situado les podía suponer casi los mismos beneficios y, sin embargo, un coste muy inferior.
No había pasado mucho tiempo, cuando a los ingleses se les ocurrió que un poco más de tierra en torno a la colonia favorecería su protección ante eventuales ataques. Eligieron como excusa que un barco chino, pero con pabellón ingles, fue apresado en aguas chinas, y se enzarzaron en otra Guerra Anglo-China. El resultado fue el mismo, China volvía a perder y Peking concedía entonces la soberanía de Kowloon a Inglaterra (1860?). Unos años después, y para asegurarse, consiguieron la cesión de los 'Nuevos Territorios' (16 Abril 1898) por 99 años.
El 1 de Julio de 1997 Hong Kong volvió a manos de China, aunque lo hizo como una Región Administrativa Especial.
A muy grandes rasgos (probablemente demasiado grandes), éstos son los orígenes de lo que hoy conocemos como Hong Kong.