30/11/07

Diario de China: Día quinto. Xuanzang y la bola de dragón

Xuanzang fue un monje budista que vivió durante el siglo VII. En la tradición budista es conocido porque, guiado por un sueño, realizó un viaje plagado de peligros y aventuras hasta la India, donde recopiló una gran cantidad de escritos budistas que luego traduciría al chino. Su viaje y las leyendas en torno a este, inspiraron la novela atribuida a Wu Cheng'en y titulada 'Viaje al Oeste' en la que se narra el viaje mitológico que Xuanzang realizó, junto al rey mono Sun Wukong, el monstruo cerdo Zhu Wuneng y el demonio acuático Sha Wujing, a la India en busca de unos 'Sutras' que no existían en China. Esta novela de 1590 es la que inspiró las aventuras de 'Gokú' en la serie manga 'Bola de Dragón'.


Pues bien, nuestro amigo Xuanzang nació cerca de Luoyang y se puede visitar la casa donde por primera vez vio la luz. No es gran cosa, pero no podía perderme el lugar donde nació el personaje que inspiró aquellos dibujos animados que marcaron el comienzo de mi adolescencia. A poca distancia de allí se encuentra un templo dedicado a su figura y que se encuentra en un estado lamentable. La entrada conjunta a los dos lugares es de 30 yuan.

Diario de China: Día quinto. Echar gasolina

Atravesamos la ciudad en dirección Oeste y nos adentramos en una autovía sin curvas. La niebla ha vuelto así que no hay paisaje mas allá de los quince metros. Diez minutos después, nos detenemos junto a una tienda en medio de ninguna parte y nos informa el guia que allí podemos comprar agua y algo de comer. Todos bajan menos Oiting y yo que no estamos dispuestos a darle un duro al primo del guia; por que no veas como canta el asunto. Cuando veo que la cosa se está alargando demasiado, echo mano de mi libreta y poco después emprendemos la marcha. Poco después, sin embargo, volvemos a detenernos, esta vez para echar gasolina. Este episodio es, sin duda, digno de un esperpento de Valle-Inclán. Quizás no me crean pero tardamos 45 minutos en echar gasolina. No se muy bien la razón, pero al parecer alguien se salto la 'cola', digo cola por llamarla de alguna manera, y entonces se inició una discusión a gritos por ver quien iba primero. Cuando ya pienso que aquello no terminará nunca, todo se arregla de pronto y podemos repostar y dejar la dichosa gasolinera. Como consuelo me llevo un par de fotos interesantes y un dato: Un litro de gasolina cuesta 5.18 Yuan.

Diario de China: Día quinto. Nos vamos de excursión

Son las 7:30 cuando decido hacerle caso al despertador y abro los ojos. El autobús sale a las 8, así que no tenemos mucho tiempo para prepararnos para un día que se presenta largo. Pero cuando llegamos a la recepción del hotel, allí solo está el guia de la excursión que nos informa que falta una pareja por llegar. Los tortolitos llegan a las 8:10 y, con toda la cara del mundo, nos dicen que aún tienen que desayunar. Estoy a punto de mandarlos a la mierda, pero a esa hora de la mañana todavía no sé como se dice mierda en chino, por lo que me siento tranquilamente a escribir algunas notas sobre el día anterior en mi diario. El guia parece muy interesado en lo que escribo y se me ocurre una idea graciosa. Cuando finalmente pregunta que es lo que estoy escribiendo, Oiting le responde que soy un famoso escritor europeo y que tomo notas para un libro que estoy preparando sobre China. Inmediatamente el guia salió disparado en busca de los tortolitos y en menos de dos minutos salíamos del hotel. Pero mi gozo en un pozo, llegados a la esquina el guia se me acerca y a través de Oiting me informa que tenemos que esperar al autobús que ha ido a recoger al resto del grupo. Respondo que no se preocupe y saco mi libreta al tiempo que el saca un teléfono móvil y empieza a llamar al conductor del autobús. Finalmente salimos a las 8:30 hacia nuestro primer destino: 'Xuanzang House'.

29/11/07

Diario de China: Día cuarto. Perro a la carta

Desde el hotel llamamos a Beijing para retrasar nuestra reserva. Nos tenemos que pasar un buen rato al teléfono, para que alguien competente sea capaz de entender lo que tratamos de explicar; en vez de llegar el día 11 y marcharnos el 14, llegaremos el 12 y nos iremos el 15. Parece que algo tan sencillo, no lo es para alguna recepcionista de Beijing ( unos días más tarde, tuve que mandar a paseo a esa misma chica, pero eso forma parte de otra historia que contaré más adelante). Pagamos 1.5 yuan por una llamada de unos 10 minutos desde un hotel, así que calculen cuanto puede ser la cuenta del teléfono en Luoyang.
A la salida del hotel, veo un letrero que anuncia una excursión al 'Shaolin Temple', además de a otros tres lugares. Son 40 yuan por el autobús; las entradas se pagan en taquilla a la llegada a cada uno de los puntos señalados. Consulto mi guia y veo que hay una distancia considerable entre cada uno de ellos, lo que los hace inaccesibles para mi si los quiero visitar todos en un solo día y por mi cuenta. El precio me parece razonable y, sin pensarlo dos veces, contrato la excursión para el día siguiente. Ésta sería la primera y la última vez que contrataría una excursión en China.
Luoyang no tiene mucho que ver a nivel turístico. Es una ciudad industrial dividida por grandes avenidas y en la que no encontré nada mejor que hacer, que sentarme a comer en algunos de sus múltiples restaurantes. Esa primera noche cenamos cerca del hotel, en un restaurante en el que me abrieron la puerta tres camareras que no hacían más que inclinarse ante mí, mientras me señalaban una mesa donde sentarme. El dueño del local se apresuró a traernos el mismo el menú y hacernos algunas sugerencias que no aceptamos. Finalmente tomé arroz cocido y una especie de carne mechada que no estaba del todo mal. Pedí entonces una coca cola de lata pero me dijeron que solo la tenían de botella. "Una botella pues, pero por favor me la traen cerrada". Así lo hicieron, pero lo que yo no esperaba, era que me trajeran una botella de litro y medio.
Otra cosa que me llamó la atención fue algo que siempre tomé por una 'leyenda urbana', pero que desde ahora debo reconocer como cierta: Había 'perro' en el menú. No me lo podía creer, pero allí junto al pollo, la ternera o el cerdo aparecía la palabra 'perro'. En fin, también ellos piensan que es bastante desagradable comerse un conejo o una paloma, y aquí bien que nos gustan.
Cuando ya nos íbamos, me fijé en un cartel que colgaba a la entrada del restaurante. Lo traduzco literal y que cada uno haga cuentas si quiere: "SE NECESITA CAMARERO. SALARIO 500RMB AL MES". Exacto 50 euretes al mes.
No eran mas que las 21:00 y, aunque se veía mucha gente aún por la calle, todo aparecía apagado y envuelto en tinieblas. Se ve que no gastan mucho en alumbrado público por aquí, y me parece bien que sean tan ecológicos, aunque me da en la nariz que no es esa la verdadera razón para tanto ahorro.
Como no había 'nada que ver' nos volvimos al hotel, donde me lavé bien las orejas antes de meterme en la cama hasta el día siguiente.

28/11/07

Diario de China: Día cuarto. Llegar en tren

Llegar en tren a una ciudad es una manera de llegar poco a poco. Vas mirando por la ventanilla y vas viendo como aparecen las primeras casas, aun en las afueras, y que van dando paso a los primeros bloques de pisos. También ves un parque y gente que pasea. Un niño agita su mano a lo lejos, en un gesto que dice hola y adiós a un mismo tiempo. La velocidad se reduce más y más hasta convertir este último tramo del viaje en un paseo de bienvenida que la ciudad te tiene preparado. Por eso me gusta el tren y detesto el avión que te suelta de golpe en cualquier sitio adonde vas.
El día es azul, aunque aun quedan rastros de la dichosa niebla que parece que forma parte del paisaje desde que llegue a China, y Luoyang nos recibe con una sonrisa. No tarda, sin embargo, en surgir el primer inconveniente. Teníamos pensado salir para Beijing el día 11 ( hoy es 9 ) de madrugada para llegar antes del mediodía, pero cuando vamos a comprar los billetes, todos los trenes están llenos hasta el día 11 a las 20:00. Ésto nos va a hacer retrasarnos un día con respecto al plan previsto, pero soy de los que piensan que los planes están para cambiarlos e inmediatamente se me ocurre como ocupar ese día extra en Luoyang. 'Shaolin Temple' esta a 73 millas de distancia, así que lo único que tengo que hacer es que buscar una manera de llegar hasta allí mañana por la mañana.
En cuanto salgo de la estación se me echan encima las viejas de los mapas y algunas mujeres que me ofrecen alojamiento por 50 yuan. Por suerte nuestro hotel está justo en frente de la estación y emprendemos una huida rápida con nuestro mapa de 5 yuan.
El hotel se llama 'Jiu Du Hotel' y pago 180 yuan por noche con desayuno incluido. Tengo que decir que el trato a nuestra llegada fue excelente y que en las dos noches que allí pase todo fueron sonrisas y ganas de agradar. Por supuesto estaba sucio, pero tenia bañera y la calefacción funcionaba.

Diario de China: Día cuarto. Una razón y un poco de Historia

En un principio, una única razón me llevó a decidir visitar Luoyang: Las 'Longmen Caves' ( de las que hablaré un poco más adelante ). Y es que mi guía solo menciona esta ciudad de pasada, a pesar de que fue el lugar donde se construyó la primera Universidad de China en AC 29 o de que fue capital de 13 dinastías.
Sin embargo, y una vez en China, se me antojó esta visita una decisión acertada por otras razones. En primer lugar, Luoyang se encuentra a medio camino entre Xi'an y Beijing, lo que suponía hacer este trayecto en dos etapas en lugar de una sola de 15 horas en tren. En segundo lugar, y después de haber visto como pintan las cosas en la parte no turística de China, me pareció interesante visitar una ciudad pequeña y que esta fuera del circuito turístico habitual, y de esta manera confrontar algunas de las ideas, todavía provisionales, con una realidad más tangible de lo que de verdad era China, y efectivamente, los días que pase en Luoyang me aportaron algunos de esos datos que iba buscando. Finalmente, una última razón mucho más mundana me empujaba a Luoyang; quería ver algún sitio distinto a todos aquellos lugares, que por típicos, visita todo el mundo, es decir, quería hacerme esa foto que nadie tiene en el salón de su casa y, que quieren que les diga, presumir un poco de ser el aventurero que estoy lejos de ser.
En definitiva, puedo decirles que, excepto en lo de la foto, no me univoqué de lugar. En Luoyang encontré la China más real, también la mas amable y, porque no decirlo, la más barata.

Luoyang fue capital* en los siguientes periodos:

-AC 2070- AC 1600
-AC 1600- AC 1046
-AC 1046- AC 771
-AC 771- AC 256
-DC 25- 190
-DC 221- 265
-DC 265- 313
-DC 493- 534
-DC 606- 618
-DC 657- 908
-DC 909- 913
-DC 923- 936
-DC 936- 938




* Cuando noté la coincidencia de fechas en relación a los periodos en que Luoyang fue capital y aquellos en los que lo fue Xi'an, pensé que las fuentes que estaba utilizando estaban equivocadas o que quizás el ingles me estaba fallando. Fue entonces cuando caí en la cuenta de que las fronteras de China no siempre fueron las que hoy conocemos, y que en ocasiones cuando se habla de China nos estamos refiriendo a distintos territorios englobados en lo que hoy conocemos como China. No es ésta una respuesta con la que me sienta del todo satisfecho, pero de momento es un tema del que, debo confesar, no tengo la más remota idea. Espero informarme mejor en el futuro y si cabe la ocasión escribir algo al respecto.

27/11/07

Un paréntesis necesario

Hoy haré un paréntesis en mi 'Diario de China' para hablarles del chino más universal. Me refiero al señor Bruce Lee, quien nos ensenó a todos lo niños de mi generación a dar patadas (aunque algunos no pasamos de caernos de culo intentando giros imposibles). Y tiene que ser hoy puesto que fue un 27 de Noviembre, allá por 1940, cuando, el hijo de un actor de 'opera cantonesa' de gira por los EEUU, nació en un hospital de San Francisco. Su verdadero nombre era Lee Jun Fun, y debe el nombre de Bruce a una de las enfermeras que atendió el parto. Dos meses después la familia, con su nuevo miembro, volvía a Hong Kong.
Ya desde pequeño protagonizó películas infantiles, y no fue hasta los 13 años que comenzó a estudiar 'Kung Fu', si bien practicó Tai Chi desde los 8. Al parecer fue un niño problemático ( incluso fue expulsado de 'La Salle', donde estudiaba) y ésta fue la razón por la que sus padres decidieron mandarlo a los EEUU a estudiar y donde, debido a su partida de nacimiento, consiguió la nacionalidad americana. Una vez allí trabajó como camarero, ayudante de chef y finalmente como instructor de 'Artes Marciales', lo que le supuso algún que otro problema con la comunidad china que no compartía su idea de enseñar 'Kung Fu' a los occidentales. Participó en varias exhibiciones y de ahí obtuvo la fama que le valió para conseguir papeles en series de televisión. Finalmente, en 1971, da el salto a la gran pantalla con 'Karate a muerte en Bangkok'. Posteriormente llegarían 'Furia oriental', 'El furor del Dragon' y 30 minutos que dejó rodados de 'Juego con la muerte', que nunca terminaría y que fue, sin embargo, estrenada en 1978 repleta de escenas utilizando dobles. Pero sin duda, la película que lo convirtió en leyenda fue 'Operacion Dragon' ('Enter the Dragon') producida por Hollywood y que se estrenaría tras su muerte, acontecida el 23 de Julio de 1973. Se ha especulado mucho sobre su muerte, aunque parece que ésta se debió a una reacción alérgica producida por algún medicamento.


Algunos datos que me han parecido interesantes en la vida de Bruce Lee son:


-Estudió filosofía.
-Creo un 'Arte Marcial' conocido como 'Jeet Kune Do', y que es una mezcla de Kung Fu y otras técnicas de lucha que fue aprendiendo con los años.
-Es autor de 'Chinese Gung Fu, the Philosophical Art of Self-Defence'.
-Su filosofía estuvo fuertemente influenciada por el Taoísmo.
-Fue campeón de Cha,cha,cha.
-Fue maestro y amigo de James Coburn, el genial Steve McQueen y mi queridísimo Kareen Abdul-Jabbar, pivot de los celebres Lakers y creador del 'Sky Hook' o gancho del cielo.
-Media 1.67 y tenia solo un 2% de grasa en el cuerpo. Entrenaba 8 horas diarias.
-Su hijo Brandon murió durante el rodaje de 'El Cuervo'.
-Participó en la idea original de la serie 'Kung Fu', aunque posteriormente fue dejado fuera del proyecto por su condición de 'chino' y le dieron la flauta a David Carradine.




Yo de ustedes, me sentaba esta noche en el sofá de casa y me veía una de sus películas. Si no tienen ninguna a mano,http://www.youtube.com/ puede ser una solución. Basta teclear Bruce Lee.

26/11/07

Diario de China: Día cuarto. Un viaje en tren

Nuestros asientos están separados, y mientras a Oiting le han tocado al lado dos campesinos de dientes negros y costumbres que no comentare, a mi me tocan dos lindas chinitas que no dejan de sonreír. No han pasado 10 minutos y Oiting está arrinconada contra la ventana tratando de esquivar el pie descalzo que uno de sus vecinos tiene sobre su asiento. Mientras, yo he entablado una alegre conversación en ingles con una de las chicas, al tiempo que compartimos su desayuno.
Un chico que se sienta enfrente de mi accede a cambiarle el asiento a Oiting, en cuyo rostro se refleja una sensación de alivio que me hace sonreír.
Pasamos el resto del viaje conversando acerca de China y sobre todo de Europa, una gran desconocida como pude comprobar. Me parece interesante reproducir algunos fragmentos de la conversación y que nos pueden ilustrar bastante acerca de la realidad de China.
"Para la gente humilde, ciudades como Shanghai representan algo espectacular como salido de otro planeta".
"No se como se consigue una Visa ", "no, no tengo pasaporte".
"Mientras estaba en la Universidad necesitaba un permiso escrito de mi tutor para abandonar las instalaciones".
"Shanghai es solo para licenciados con un expediente excepcional, algo parecido ocurre con otras ciudades del Este o Beijing. Los estudiantes medios nos tenemos que conformar con donde nos manden a trabajar una vez terminamos de estudiar".
"No nos quedamos en Xi'an porque no hay trabajo para nosotras. Además los salarios son mejores en el Sur. Espero empezar cobrando 1200 yuan y con el tiempo llegar a los 2000".
"Tengo 23 años", "no tengo novio","tengo dos hermanos".
"Me encantaría hacer un viaje, quizás algún día pueda ir a Singapur"." Europa es imposible"
"Cada vez que intento acercarme a un europeo para practicar mi ingles, salen huyendo.Parece que no les hago mucha gracia". "Es la primera vez que tengo una conversación formal en ingles, aparte de con mis profesores".
"No tengo ordenador, pero quizás un día pueda usar el del trabajo y mandarte un email".
"No me gustan las ciudades. Prefiero la vida en el campo".
"DEMASIADOS EDIFICIOS TE TAPAN LOS OJOS".
Esta chica tiene nombre y apellidos que me guardo al igual que las fotos que le hice y otras cosas de las que hablamos. Creo que nunca me podré olvidar de su cara cuando me preguntaba como era la vida en Europa y yo le respondía. No dejó de sonreír en ningún momento y me hubiese encantado quedarme en aquel tren para siempre.

Diario de China: Día cuarto. Adios Xi'an

Suena el despertador a las 6:30 y después de una ducha rápida bajamos a la recepción para nuestro 'check out'. Entrego la llave y el recibo del pago realizado a nuestra llegada, y resulta curioso como de repente nadie puede hablar una palabra de ingles. Con lo que a lo mejor no contaban, es que en mi equipo juega Oiting que si que habla chino, así que nos ponemos un poco serios y pedimos nuestro depósito. Después de algunos minutos, y viendo que evidentemente no me pensaba mover de la recepción sin mis 200 yuan de vuelta, la chica abrió sin más un cajón y me dio el dinero. Lo divertido vino después, cuando le pedí la factura y me entregó un 'bono descuento'. No con poca paciencia, le expliqué que lo que quería era un papel con mi nombre, el numero de noches que habíamos dormido en el hotel y el precio que habíamos pagado. Ya estaba a punto de rendirme, cuando sacó de otro cajón un recibo ya preparado y que parecia papel de fumar. A modo de venganza me olvidé de mencionar los cuatro botellines de agua que nos habíamos tomado del minibar, recuperando así 12 de los 15 yuan que me habían tangado el día de mi llegada.
Un taxi nos lleva a la estación, que en esos momentos parece un sábado de feria de Sevilla. Hace dos días habíamos comprado los billetes para Luoyang, porque en China tienes que comprarlos con antelación si no te quieres quedar en tierra. Comprar unos billetes de tren puede ser la mayor de las pesadillas si no hablas chino. Todas las pantallas están en ese idioma, y las posibilidades de encontrar alguien que hable ingles, son las mismas de que aparezca una china vestida de gitana. Es cierto que existe la posibilidad de traerse los destinos escritos, pero aun tenemos el problema de aclararnos con la fecha, hora, precio y tipo de billete que deseamos. Yo me ahorre este problema mandando a Oiting por delante.
Existen 4 clases de billetes para trayectos largos: 'Hard seat', 'soft seat', 'hard bed' y 'soft bed'. Más tarde descubrí una quinta modalidad: 'De pie entre dos vagones'. Xi'an-Luoyang sale por 55 yuan el asiento duro, y la duración del viaje es de 5 horas.
Para tener acceso a la estación hay que pasar un control con escáner, al estilo de los aeropuertos. Como pueden suponer ésto genera unas colas considerables. Una vez dentro notas que no estás solo, sino acompañado por una marabunta de gente que espera a que su destino aparezca en las pantallas. Encontrar un hueco para estar de pie ya es difícil, así que mejor no pensar en encontrar un asiento libre. Mucha gente vuelve al campo desde la ciudad y van cargados como mulas; las cajas de cartón y bolsas de plástico son el equipaje más común puesto que una maleta de mano no está al alcance de cualquiera.
Finalmente se abre la puerta a nuestro arcén y allá vamos como vacas al corral, a empujones, porque lo de hacer cola no se lo enseñan en la escuela.
Me sorprenden tantas prisas puesto que los asientos están numerados. Una vez dentro, me doy cuenta de que los que corren no lo hacen buscando un asiento, sino un hueco para poner su equipaje.
A las 8:33 sale puntual nuestro tren.

25/11/07

Diario de China: Día tercero. También China













Diario de China: Día tercero. Primeras conclusiones

Mi tiempo en Xi' an se acaba. Mañana temprano salimos para Luoyang, siguiente etapa del viaje. Aunque no haya dado tiempo para todo y dejamos mucho sin ver, algo si que hemos visto, y me llevo una idea bastante clara de aquello que había venido a ver; además también me llevo de propina algunos lugares que aparecieron por sorpresa.
Tras estos primeros días, saco mis primeras conclusiones, a la espera de contrastarlas en días posteriores y en otras zonas del país. Así la cosas, me queda clara la enorme diferencia existente entre lo que son zonas turísticas y aquellas que no lo son. Basta salirse de cualquier recorrido turístico convencional, para encontrarse en zonas que podríamos calificar como marginales, pero que no lo son por la sencilla razón de que son tónica general en la realidad del país. Si es cierto que una ciudad como Xi'an tiene monumentos capaces de quitarle a uno el aliento y que estos aparecen limpios y no faltos de servicios, también lo es que la zonas en los que se encuentran no representan sino una ínfima parte de la ciudad y sus alrededores. La realidad que yo he visto contrasta con la China que nos quieren vender. Estamos ante un país subdesarrollado, falto de servicios mínimos en lo referente a higiene, ajeno a los niveles básicos de educación en la mayoría de los casos, y que sufre un atraso con respecto a lo que pretenden aparentar de más de 40 años.
Puestos a buscar un culpable de esta situación, creo encontrarlo en la revolución cultural de los años 50. Estoy convencido que ésta no solo acabó con gran parte del patrimonio cultural de China ( la cultura solo es enemiga de aquellos que la temen por hacernos libres ), sino que además supuso el estancamiento cultural de toda una nación, que se vio sometida a seguir unos parámetros encaminados exclusivamente a mantener un sistema político a toda costa. Afortunadamente esos parámetros fueron cambiando y a mediados de los años 70 se hicieron más flexibles. Llegaron influencias del exterior y comenzó un proceso lento de modernización. Esta influencia, sin embargo, quedó limitada en muchas áreas, debido a la distancia y la falta de comunicaciones, pero también por la manipulación e intereses de algunos.
Hoy en día siguen existiendo zonas subdesarrolladas en China ( y hablo de áreas mayores que Europa no solo en extensión, sino también en población). Si volvemos a buscar culpables, encontraremos a los mismos de antes con el añadido de multitud de multinacionales que están haciendo su Agosto gracias a los bajos coste de producción, y ésto a costa de una mano de obra explotada y que trabaja en ocasiones en situaciones que rozan la esclavitud. Tengo la amarga sensación de que los Juegos Olímpicos de Beijing no son más que un " vamos a engañar al mundo" y a seguir viviendo del humilde obrero, que para eso somos comunistas y compartimos todo, todo menos el dinero claro, que el dinero es para los de siempre.

24/11/07

Diario de China: Día tercero. No es 'Ming' todo lo que reluce

Cenamos en un restaurante coreano; 4 platos y una cocacola, 39 yuan. Después volvemos sobre nuestros pasos hasta la 'Academic Gate', que es la entrada a una calle llamada 'Ancient Cultural Street'. Durante el día está llena de puestos y tiendas de souvenieres, sin embargo, en cuanto cae la noche todo cierra y lo único que puedes ver, es a los dueños de los puestos preparándose algo de comer o jugando a las cartas y a las damas chinas. Al comienzo de la calle está la 'Hua Pagoda of Baoquing Temple' que es una pequeña pagoda cerrada y único resto del templo que le da nombre. En cuanto al barrio, todas las casas fueron reconstruidas simulando casas del periodo Ming. Ha quedado muy bonito aunque se note un poco falsa su apariencia. Desde la muralla se puede ver una vista panorámica de todo el barrio.

Diario de China: Día tercero. Campanas y tambores

La "Bell Tower" está exactamente en el centro de Xi'an, y desde allí salen las cuatro calles principales de la ciudad. La original es de 1384, pero no estaba aquí situada sino a dos manzanas de distancia. Fue recolocada en 1582 en su actual situación y restaurada en 1739. La entrada es de 27 yuan y no merece la pena. Salvo algunos jarrones y la campana, que puedes golpear tres veces por 10 yuan, no tiene nada que ver. En cambio es muy bonita vista desde fuera, sobre todo durante la noche. En la "Drum Tower" no me tome la molestia de entrar y la disfrute solo por fuera.
Las "Bell y Drum Towers" fueron utilizadas durante las dinastías Ming y Qing para señalar la hora al modo que nosotros hacíamos con los 'campanarios'. Ésto demuestra que no es nueva esa manía que tenemos de medir el tiempo, algo que es infinito; y en el colegio ya nos decían que, "infinito dividido por cualquier numero siempre nos da infinito". Con anterioridad campanas y tambores ya fueron utilizados como instrumentos musicales.

Diario de China: Día tercero. Doce kilómetros en bicicleta

La murallas de Xi'an fueron construidas en 1370, durante la poderosa dinastía Ming; exacto, esa que hacía los famosos jarrones que valen una pasta. Lo más interesante es que están intactas y rodean por completo la ciudad vieja. Fueron construidas con piedras, tierra y extracto de arroz y tienen una altura de 12 metros por 18 de ancho. Se accede a ella por cualquiera de las 4 puertas, aunque lo mejor es hacerlo por la Puerta Sur. El precio es de 40 yuan y una vez arriba puedes rodear la ciudad. Alquilar una bicicleta sale por 20 yuan-100 minutos, aunque hay que dejar un depósito de 200, sobre todo por si te cansas de darle a los pedales y decides bajarte en Atocha y dejarles la bici junto al Reina Sofía para que la recoja el chino del 'take away'.
Hacia cosa de 4 años que no me subía a nada que tuviera solo dos ruedas, pero como andar palante, igualito que Indurain en la montaña. Los 11.9 kilómetros los hice en 99 minutos, sobre todo porque me paraba a cada momento para hacer fotos. Tengo que decir que es la mejor manera de ver Xi' an; mirando hacia dentro verás la ciudad vieja, con todo lo bueno y todo lo malo, mirando hacia fuera la parte nueva con edificios que empiezan a superar las 30 plantas. Tuve la suerte de que el tiempo me acompañó, con una temperatura bastante agradable, y que la niebla casi se disipó.

Diario de China: Día tercero. La pagoda, el museo y el taxista

La 'Great Goose Pagoda' fue construida en el año 652, durante el gobierno de la dinastía Tang, y en memoria de la madre del emperador Gaozong, la emperatriz Wende. No tengo ni idea de quienes eran ese Gaozong y la madre que lo parió, pero estoy seguro de que 'wikipedia' lo sabe, así que, si les interesa, echen un vistazo y después me lo cuentan. La Pagoda tiene 64 metros de altura y es preciosa al igual que el recinto donde se encuentra . Cuesta 25 yuan entrar y 20 más si quieres subir arriba. No se si alguno sabe que siento cierta atracción por las catedrales, pues bien, como por aquí no abundan, las he sustituido por pagodas, que de éstas hay muchas y variopintas.
Después de pasarme un buen rato dándoles vueltas a la pagoda y aburrir a Oiting, hemos ido andando hasta el 'Shaanxi History Museum' que estaba ahí cerca. El edificio es precioso, pero dentro no hay demasiado que ver. Sin embargo, tiene una sala dedicada a cuando eramos casi monos, con algunos cráneos y utensilios de la época del 'clan del oso cavernario', y que me gustó bastante. También tiene multitud de jarrones, figurillas y monedas. Aunque no justifique un viaje a Xi' an, si pasáis por la puerta, pagar los 35 yuan y dedicarle un par de horas, que ya se sabe que un poquito de Historia nunca esta de más.
Son casi las 16:00 y se nos hace tarde si queremos visitar la muralla, así que paramos un taxi. El taxista debe ser el primo secreto de Fernando Alonso, y en menos de 5 minutos nos suelta junto a la 'South Gate' y con la sensación de haber viajado en un cohete de la marca citroen.

Diario de China: Día tercero. Empujones y civismo

Aunque ayer dormía antes de las 22:00, hoy no tenia cuerpo para levantarme cuando el despertador sonó a las 7:30. Una hora después, me obligué a ponerme debajo de la ducha y a las 9:30 salía del hotel con mi puñado de almendras en el bolsillo.
Nos pasamos un buen rato intentando comprender el mapa de autobuses que hay en la parada de la esquina, bueno Oiting lo intenta, porque yo me rindo al primer vistazo y quedarme loco con tanto garabato en chino. Finalmente, encontramos nuestro numero y pagamos nuestro yuan para convertirnos en sardinas los siguientes 10 minutos, que es lo que tardamos en llegar a nuestro destino.
Un ejemplo cívico de lo que te puedes encontrar en China lo protagonizó una chica de unos 25 años que a base de empujones consiguió arrebatarle el asiento a un viejete de esos que usan bastón y que yo, de haber sido él, le hubiera partido en la cabeza a la susodicha. Afortunadamente para mis ojos europeos, y educados en la "caballerosidad inglesa", otra joven se levantó de inmediato y le ofreció su asiento al anciano, demostrando que no todos se rigen aquí por la ley de la selva.

23/11/07

Diario de China: Día segundo. El final del día

De vuelta a la ciudad hemos comprado los billetes de tren para Luoyang ( ya contaré más adelante como es el tema de los trenes ). Después hemos caminado hasta el centro. Por el camino compramos, por 3 yuan, 12 pancakes enrolladas para el desayuno de mañana, pero que nos comemos en menos de 5 minutos. Ya en en el centro hemos cenado en un restaurante que en vez de sillas tenía columpios. Yo he tomado un filete de cerdo con arroz hervido y una coca cola de lata; la ensalada ni la he tocado. La cuenta es de 82 yuan. Volvemos al hotel y a las 22:00 duermo como un niño.

Diario de China: Día segundo.Mirando por la ventana

No hay rastro de esos paisajes de vértigo que me imaginaba antes de llegar. Lo que si veo son construcciones, a veces a medio terminar, de ladrillo rojo y sin encalar, que adornan un paisaje de rastrojos que crecen sobre una tierra que parece baldía. Es verdad que estamos en Invierno ( en China empieza el 8 de Noviembre ) y no es el mejor momento para echarse al monte y disfrutar de las vistas, pero lo que veo resulta un tanto deprimente. Cada pocos kilómetros aparecen enormes factorías con chimeneas imitando torres de Babel y que arrojan un humo gris y denso. En las carreteras hay gente caminando, y también gente paradas en medio de ningun lugar, como esperando un tren que los llevará lejos pero que nunca llega. Los perros no ladran, quizás conscientes de que no tienen nada que guardar. Carros de madera, caballos pequeños y que no se mueven, también veo un tractor oxidado. Hay puestos de fruta junto a la carretera. No creo, sin embargo, que ésto sea pobreza. Estamos ante gente humilde condenadas a vivir en una tierra donde el tiempo parece que se detuvo hace ya mucho, quizás demasiado, tiempo.


Diario de China: Día segundo. Autobuses

Diga lo que diga el tablón de horarios, en Xi' an un autobús sale cuando está lleno o, en su defecto, cuando al chofer le da la gana. El precio suele ser irrisorio como lo son los 7 yuan ( 70 céntimos ) que me costó el 306 esta mañana por un trayecto de cerca de una hora. Por su parte, los autobuses urbanos cuestan 1 yuan ( 10 céntimos ). Sin embargo, los autobuses al aeropuerto cuestan 25 yuan. La calidad del autobús depende del que te toque; una misma linea los tiene viejos como los 'rolling stones' o nuevos del paquete y oliendo a papel de envolver. Me queda claro que aquí un autobús se jubila cuando no hay dios que lo ponga en marcha, mientras, si anda se usa, que no esta la cosa para ir derrochando. En cuanto a las paradas, se estila el "para jefe!!!!!" en cualquier lugar donde nos apetezca bajarnos. De igual manera se improvisa una parada levantando el brazo cuando el autobús se acerca.
Dicho ésto, y para que tomen nota quien tenga que tomarla, todos los autobuses urbanos tienen sistema de pago electrónico, con tarifas rebajadas a 80 céntimos de yuan el viaje ordinario y 40 para estudiantes y jubilados, que tiene huevos que aquí los autobuses se caigan a pedazos y tengan un sistema mucho más moderno que el triste bonobus de 10 viajes.














Autobús urbano en Xi' an

Diario de China: Día segundo. El polvo del camino

El 306 hace paradas en los tres lugares que describo ayer. A la vuelta, y por cambiar, decido probar el 914, que pasaba por allí y que decía mi guia que también llevaba a la ciudad. Y llevaba, pero por un camino mucho más largo y haciendo paradas continuas. Lo peor vino cuando se metió por una carretera sin asfaltar y nos sumergimos en una nube de polvo seco que se te pegaba en la garganta y te hacia toser sin parar. El autobús saltaba, de bache en bache, como una atracción de feria, y una azafata repartía bolsitas negras por si alguien 'deseaba' vomitar. Por suerte nadie vomito, aunque confieso que a mi poco me faltó, y un caramelo de menta le devolvió a mi garganta la humedad necesaria para dejar de toser. Me cubrí la cara con una toallita perfumada, que había cogido en el avión, hasta que finalmente volvimos a un camino asfaltado. Era de noche cuando llegábamos a Xi' an. Había sido una experiencia, aunque tengo que decir que bastante desagradable. Esa misma noche, ya en el hotel, mis pulmones escupieron mocos negros.
Recuerden 306, y no se les ocurra montarse en 914.

22/11/07

Diario de China: Día segundo. Un poco de esplendor Tang

'Hua Quing Palace' no aparece en mi guia de viaje, tampoco en la de Oiting, pero lo vemos al pasar y decidimos parar. Es un complejo de más de 1400 años que entremezcla edificios antiguos con otros que han sido reconstruidos tal y como se creen que fueron en su momento. En algunos de sus pabellones se encuentran los restos de las piscinas utilizadas por el emperador y algunos de sus generales. Hay estanques con peces de colores y alguna fuente con aguas termales. Una estatua de mármol blanco nos muestra como fue Yeung, considerada una de las cuatro bellezas en la historia de China, aunque yo la encuentro un poco entradita en carnes y un poco fea, y que fue amante del emperador y una de las mujeres más poderosas de su tiempo. La entrada cuesta 70 yuan, un poco cara la verdad, pero es un lugar precioso en la ladera de una montaña a la que se puede subir con teleférico y donde se pueden pasar facilmente dos horas paseando. Además sirve para hacerse una idea de como se lo montaban en tiempos de la dinastía Tang.
















Hua Quing Palace

Diario de China: Día segundo. Un ejercito de barro

Una mañana de primavera, allá por 1974, tres labradores de la familia Yang comenzaron a cavar un pozo que les suministraría el agua suficiente para regar sus tierras. Poco después de empezar, encontraron algunos restos de lo que parecía una tinaja de barro. Comenzaron entonces a cavar con más cuidado ante la posibilidad de encontrar algún recipiente intacto y que pudieran utilizar para guardar huevos o cualquier otra cosa. Lo que encontraron, sin embargo, los dejó perplejos; primero fue un brazo y luego lo que parecía una pierna de barro. Fue entonces cuando comunicaron el hallazgo a las autoridades.
Lo que habían encontrado estos tres labradores, era la armada de barro, los terracotta warriors, del emperador Quin, un ejercito de barro que pensaba utilizar tras su muerte y una vez estuviera en la otra vida. De tamaño natural y en formación, fueron apareciendo miles de soldados que, si bien perdido su color original, conservaban el realismo de sus facciones, todas distintas, lo que denota una técnica muy avanzada para la época. Las armas aparecían cromadas, una técnica que fue inventada - o eso se creía- a mediados del siglo XX, y que impide la corrosión del metal. Toda la armada fue enterrada hace más de 2000 años y así permaneció, inmutable al tiempo, esperando volver a ver la luz e impresionar al mundo.
Aunque los trabajos de excavación e investigación aún continúan, ya hay abierto al publico (65 yuan en temporada baja) un museo y tres pabellones que muestran lo que ya se conoce como la octava maravilla.











Terracotta Warriors

Diario de China: Día segundo. El mito que se hizo realidad

Quin Shi Huang (AC 259-AC210) fue el primer emperador en unificar lo que hoy conocemos como China, y lo hizo a base de diplomacia, traiciones, inteligencia y muestras de poder. Pero no solo unificó el imperio, sino también el sistema de pesos y medidas, el lenguaje escrito y la moneda. Otros proyectos llevados a cabo durante su gobierno fueron la construcción de caminos y comunicaciones entre las distintas fortificaciones que se repartían por todo el territorio de manera aislada (hay quien ve aquí un antecedente de lo que luego fue la 'Gran Muralla China').
Tras su muerte, y con el paso de los años, se fue creando un mito o leyenda según la cual su tumba era un mausoleo en el que habrían trabajado más de 700.000 esclavos. Se trataba de una pirámide de 115 metros de altura y con una longitud en su base de 345 de este a oeste. En su interior existirían tesoros incalculables, protegidos por ríos de mercurio, que fueron introducidos por orificios en la piedra, laberintos y trampas mortales. Todos los artesanos que conocían los secretos del mausoleo fueron enterrados vivos con su emperador, al igual que toda las concubinas que no tuviesen hijos. Posteriormente toda la construcción fue cubierta de tierra y se plantaron miles de arboles simulando una montaña. Después todo cayó en el olvido y durante siglos la montaña no fue más que eso, una montaña en medio de otras muchas.
Fue en los años 60 del pasado siglo, cuando los arqueólogos comenzaron a realizar estudios y tomar muestras en la zona. Se han descubierto rastros de mercurio y la tumba aparece totalmente señada y sin ninguna señal de haber sido violada. A la espera que exista una tecnología lo suficientemente avanzada para abrirla sin dañar su contenido, los arqueólogos se frotan las manos ante un descubrimiento que puede superar en importancia a la tumba de tutankamon en Egipto.
Transcurridos más de 2000 años desde su construcción, la tumba del emperador Quin permanece aún cerrada, pero la montaña se puede visitar (40 yuan), incluso subir a su cima, y disfrutar de un paseo por los alrededores, que aparecen repletos de restos de lo que tuvo que ser una de las obras más mastodónticas de las que se tiene noticia. En total se cree que se necesitaron 38 años para completar los trabajos, e intervinieron más de 2 millones de personas. Casi nada.
















Foto panorámica de la montaña-tumba del emperador Quin.




Diario de China: Día segundo. Despertar en China

El despertador suena unos minutos mientras mi mente se decide a dejar de soñar y despertar a un nuevo día. Son las 7:00 y en la calle se oye música y el eco de una voz amplificada. En la habitación contigua ya están despiertos y se dedican a hablar dando gritos. Un botellín de agua, un puñado de almendras y dos mandarinas son mi desayuno.
Cuando salimos del hotel me sorprende ver tanta gente. Parece que la vida empieza bastante temprano aquí en Xi'an. Caminamos hasta la diagonal para coger un autobús urbano (1 yuan), que va a reventar y que parece salido de una pelicula en blanco y negro, y que nos lleva hasta la estación de trenes. Justo enfrente de la estación, hace parada el autobús numero 306, que por 7 yuan nos lleva hasta el 'mito que se hizo realidad'.

Diario de China: Día primero. Paseando en tinieblas

Aunque es tarde ( son las 21:30 ) salimos a dar un paseo para ver un poco la ciudad. No estamos lejos del centro y decidimos ir caminando. La temperatura puede rondar los 12 grados. Está oscuro; el alumbrado público es bastante deficiente, tampoco la niebla ayuda a darle color al asunto, así que el panorama es un poco deprimente. Caminamos en tinieblas y a lo lejos se distingue la 'Bell Tower' iluminada. Debe ser una imagen bonita, pero hoy no parece el día más idóneo para hacer una foto. En la calle, hay multitud de puestos que venden pinchos de pollo y calamares, castañas asadas o frutas azucaradas. Entramos en un mercado nocturno; está en medio de un mercado de carne, que ya cerró sus puertas a media tarde, pero que dejó su olor impregnado por los callejones llenos de gente que compra baratijas y calcetines 'nike' de imitación. Me como dos pinchos de pollo ( 2 yuan ) y compramos algunas mandarinas. Después intento algunas fotos que salen borrosas.
A las 23:30 estoy en la cama después de una ducha rápida que ha inundado el cuarto de baño.

Diario de China: Día primero. Ríos de saliva

El porqué de que todos escupan es algo que no acabo de entender, pero lo cierto es que tienes que andar con ojo si no quieres que te caiga encima uno de esos salivazos que vienen precedidos por un sonido de garganta que avisa de que viene verde pastoso. Llama la atención por que es una cosa continua, y el suelo es un mapa de ríos de saliva con más espuma que la boca de un perro rabioso. Es desagradable incluso para los que, como yo, no son escrupulosos, y resulta especialmente molesto en lugares cerrados como autobuses, restaurantes o supermercados. Escupen los taxistas, los policías, los vendedores, los hombres de chaqueta y corbata, y escupen al suelo por que parecen no saber de la existencia del kleenex. Debe ser una costumbre muy arraigada y que se trasmite de padres a hijos, y ahora entiendo que en Hong Kong este multado escupir en la vía pública. Al principio me pareció algo excesivo, pero estoy totalmente de acuerdo después de ver los escupitajos por minuto que puede realizar un chino, o una china, que éstas también escupen.

Diario de China: Día primero. Hotel dulce hotel

Poner el pie en la habitación del hotel me da una absurda sensación de tranquilidad; se me presenta como un terreno neutral donde no te ves acosado por lo desconocido, y es como un oasis salvador donde es posible reponer las fuerzas perdidas y trazar un plan de choque para las horas siguientes.
El hotel se llama ' Canaan International Hotel', tiene 3 estrellas y he pagado 198 yuan por noche. Lo de internacional debe ser porque yo estaba allí, puesto que soy el único que no es chino en todo el hotel.
Cuando llegas tienes que presentar tu pasaporte con una Visa valida, además de informar de donde vienes y adonde vas ( pienso " venimos del mono y vamos de vuelta al mono", pero no lo digo ). Si no tienes tarjeta de crédito, o te niegas a mostrarla, que es lo que mejor puedes hacer y lo que yo hice durante todo el viaje, tienes que pagar por adelantado y dejar el precio de una noche en deposito.
Venía preparado y no me sorprende que la habitación este sucia y vieja, aunque la verdad no esta tan mal. Por supuesto en España estaríamos hablando de "la pensión de la tía Pepa, donde la cama se paga por horas", y no de un hotel de 3 estrellas, pero eso es lo que hay y tengo que reconocer que he dormido en sitios peores.

21/11/07

Diario de China: Día primero. Bienvenido a la guerra

No saben conducir, aunque quizás si que saben y lo que pasa es que no necesitan de semáforos, carriles o señales de tráfico. Todos van a que pase primero quien pueda, y me llevo un susto de muerte cuando llegamos al primer cruce y, como en medio de una pista de cocheschoque, me veo venir por todas partes peatones, bicicletas, motos, coches, autobuses y camiones ( solo faltaban tanques y aviones ), y todos pasan a la vez y sin que nadie se detenga. Sin embargo pasamos, y todos los demás también, y cuando me giro veo que el cruce es un caos de pitidos y giros bruscos, pero en el que nadie choca con nadie. Me viene a la cabeza el sistema de carné de conducir por puntos y pienso que aquí cualquiera lo pierde en menos de 10 minutos. Una vez te acostumbras resulta hasta divertido y puede servir de antídoto contra conductores suicidas, que aquí se pasarían horas intentando chocarse contra alguien. Porque en Xi'an los coches tienen cintura de jugador de la NBA y no veas como driblan los tíos.
El autobús nos deja en el centro de la ciudad vieja y, sin tiempo de dar un solo paso, me veo rodeado por un grupo de viejas que venden mapas, chicas que ofrecen hoteles y tours organizados, taxistas, dos policías y algunos tipos que pasaban por allí y no parecen tener nada mejor que hacer que detenerse a escuchar la conversación. Entre todos discuten que es lo que más me conviene, y parecen decepcionados cuando respondo a todo que no y me monto en un taxi para que me lleve al hotel.
Me paso 5 minutos discutiendo con el taxista el precio de la carrera. Me pide 50 yuan y consigo rebajarlo a 20. Ésta es la segunda vez que me la dan con queso en menos de hora y media, y es que usando el taxímetro no pague más de 8 yuan en los tres días que pase en Xi'an. Además el hotel estaba lo bastante cerca como para haber ido andando. En total llevaba perdido el equivalente a euro y medio debido a mi torpeza y a mi cara de guiri y, aunque parezca una cantidad irrisoria a los ojos de cualquier europea, estábamos en Xi'an donde con 15 yuan se pueden comprar 15 botellines de agua o 6 litros de coca cola o pagarse una cena en la calle o pagar 15 billetes de autobús urbano o recorrer 10 kilómetros en taxi...

Diario de China: Día primero. La llegada

El aeropuerto de Xi'an es pequeño y funcional, solo algunos cafés y algún mostrador con agencias de viajes que ofrecen tours y hoteles a todo el que llega. En seguida se me echan encima algunos taxistas que me meten por la cara sus licencias de conducir como si eso fuera lo único que necesitara para estar seguro que ellos son la mejor opción para llegar hasta la ciudad. No con poco esfuerzo, consigo abrirme paso hasta un mostrador de información donde, con un poco de desgana, me informan que hay un autobús que por 25 yuan (2.5 euros) me lleva al centro de Xi'an. Compro allí mismo un mapa de la ciudad por 10 yuan, y aquí me engañan por primera vez, ya que no debería haber pagado mas de 5 como descubriría mas adelante.
El autobús es viejo y destartalado, con unos amortiguadores, si alguna vez los tuvo, que debieron dejar de funcionar allá por por los años 80. Los asientos, o quizás sea el viejo que se sienta a mi lado, desprenden un olor extraño que no sabría definir, además son bastante incómodos. La hora que dura el trayecto, la paso contando los baches del camino y tratando de adivinar un paisaje que se esconde tras la noche y una niebla espesa.

Diario de China: Día primero. Xi'an, apunte histórico

Hoy capital de la provincia de Shaanxi, Xi'an fue la capital de China durante el gobierno de once dinastías, abarcando diferentes periodos en un intervalo de 2000 años.
AC 1100-AC 771
AC 350-AC 206
AC 200-DC 8 ( Han )
DC 8-24
DC 313-316
DC 319-329
DC 351-383
DC 384-417
DC 535-556
DC 557-581
DC 581-618
DC 618-907 ( Tang )
Aunque ya era conocida mundialmente desde el gobierno de la dinastía Han ( contaba con una población de 246.000 habitantes ), alcanzó su esplendor con la dinastía Tang, y fue en este periodo cuando se convirtió en uno de los centros mundiales del comercio, con una población superior al millón de personas y que incluía comerciantes y credos de todo el mundo. Desde Chang'an, como también era conocida, partían las rutas que llegaban hasta Damasco y todo el Mediterraneo, transportando especias, porcelana, jade, oro y plata. Sin embargo, fue la seda ( de invención china ) la que cautivó a los europeos y la que dio nombre a lo que se conoció como "rutas de las seda".
El declive de Xi'an llegó a partir del siglo XV, cuando el comercio terrestre fue sustituido por el marítimo, al suponer este menores costes y ser un medio mucho menos peligroso. Por cierto, la búsqueda de una nueva ruta marítima a las indias, parte de las cuales es lo que conocemos como China, fue lo que originó el descubrimiento de América, quiero decir, que nos tropezáramos con América, que es verdad que lo que ya existe no se puede descubrir.

20/11/07

Diario de China: Día primero. La burocracia

Para entrar en China hay que gastar tinta y papel, además de tener un poco de paciencia. Ya expliqué como agenciarse una Visa (http://peluhongkong.blogspot.com/2007/09/la-tramitacion-de-la-visa-para-visitar.html), sin embargo, aún tendremos que perder un poco más de nuestro tiempo para satisfacer a la burocracia china. Tres son los impresos que hay que rellenar, y tres los controles para cruzar la frontera: Health Declaration Form On Entry, Entry Card y Baggage Declaration Form. Por un lado están escritos en chino, por el otro en ingles, y una vez que llegas los vas entregando a diferentes funcionarios gubernativos en diferentes lugares, en lo que parece un juego estúpido a "no tengo nada que hacer, vamos a perder el tiempo todos juntos". Es, no obstante, un juego sencillo, y no tuve ningún problema en llegar a la meta a través de tanto mostrador y uniformes verdes y grises, para conseguir un triste y algo borroso sello rojo en el pasaporte.
Lo que si me llamó bastante la atención, es la mención expresa a la prohibición de introducir cualquier medio audiovisual ( cito de memoria: cassette, cd, vídeo, tarjeta de memoria, dvd ) que contenga ideas contrarias a la República Popular de China, es decir, al Gobierno y su ideología. Ésto me pone sobre aviso, por primera vez, que la libertad de expresión no es algo que este al orden del día por aquí.

Diario de China: Día Primero. Un principio

Nos hemos levantado temprano en un ridículo intento de que el tiempo transcurra más rápido, pero lo cierto es que nuestro vuelo a Xi'an no sale hasta las 15:15 y son tan solo las 10:30. Tenemos tiempo de sobra antes de que el E34 nos lleve al aeropuerto en Lantau, y lo pasamos con ' little naughty', que en chino suena algo así como 'ba..loon', la linda gatita blanca de Oiting y que se está muriendo. Tengo la certeza de que a nuestra vuelta ya no estará ahí para regalarnos su risa agradecida cada vez que nos acerquemos a ella. Nunca me gustaron los gatos, pero vivir durante dos meses con cuatro gatas, que me siguen a todas partes, me ha cambiado por completo la perspectiva.
Volamos con Hong Kong Airlines. Hong Kong Express viene a ser una versión mejorada de las lineas de bajo coste europeas, con asientos más amplios, televisión y comida y bebida incluidas en el precio del billete. Soy el único europeo en el avión y me toca sentarme junto a la puerta de emergencia. Ésto significa que me tengo que tragar el rollo de como abrir la puerta junto al ala izquierda ante la eventualidad de un accidente. Despegamos puntuales y al poco tiempo nos sirven el almuerzo. Tomo un arroz con pollo que definiría como "comestible si tienes hambre"; yo la tengo y me lo como todo con dos vasos de coca cola. Después me paso las tres horas siguientes entre el sueño y un programa de variedades en la televisión. Cuando despierto, estamos llegando a Xi'an; por la ventana veo montañas verdes cuyos picos asoman entre nubes oscuras. En unos minutos habremos llegado y se me hace un nudo en el estomago. Bostezo un par de veces, abriendo la boca como un león, y los oídos se destaponan recuperando el sonido estéreo surround. Tomamos tierra.

Diario de China: Antes del principio

Hace unas horas que volví de uno de esos viajes que siempre quise hacer. Un viejo sueño se hacía realidad, y ahora me propongo un imposible al darle forma con palabras. Será un retrato parcial, inexacto y personal, falto de matices y limitado por el total desconocimiento de muchísimas cosas; un retrato plagado de opiniones, que no son más que un reflejo de mis propias ideas adornadas con detalles de la realidad. Los colores los podrán algunas fotos de lugares y personas que me fui encontrando por el camino, sabedor que una imagen vale a veces más que mil palabras, y lamentando no haber pintado mejor todo lo que vieron mis ojos. Espero, sin embargo, que sea un retrato honesto de lo que vi, sin otro ánimo que el de compartir, con aquellos que lo deseen, mis vivencias durante las dos semanas que pasé en China. Después que cada no piense lo que quiera.


Este es mi "Diario de China".

5/11/07

Me voy dos semanas de viaje. Estaré de vuelta el día 21 de Noviembre con mi "Diario de China", en el que espero contar un poco de lo que veré en Xi'an, Luogang, Beijing, Nanjing, Shanghai y Hangzhou.
Hasta entonces ... Y a vivir que son dos días.
Peluhongkong

4/11/07

Lecciones triviales de la historia de Hong Kong: Origenes del Hong Kong moderno.

Fue un asunto de drogas. Los ingleses, en plan Pablo Escobar, no aceptaron que los chinos les prohibieran comercializar con opio en su territorio, y no porque estuvieran a favor de la legalización de la marihuana, sino porque les suponía la perdida del 80% de sus exportaciones desde la India. Los Chinos, por su parte, no querían que nadie les importara nada; ellos eran una país autosuficiente y no necesitaban nada que no fuera "Made in China". Así las cosas, había que pelearse para ver quienes tenían la razón, y este fue el origen de la Primera Guerra Anglo-China (1839-1842), más conocida como la 'Guerra del Opio'.

Ganaron los ingleses, sobre todo porque en Inglaterra habían conocido la llamada 'Revolución Industrial', mientras que en China continuaban en plena Edad Media, y claro, ésto se notó a la hora de pegarse tiros unos a otros. Como consecuencia de esta derrota sin paliativos, los chinos tuvieron que firmar el 'Tratado de Nanjing' (29 Agosto 1842) por el que cedían la isla de Hong Kong a los ingleses (efectiva el 26 Junio 1843), y volvían a permitir el tráfico de amapolas y fumar en pipa.

Los ingleses pudieron haber ocupado China, pero a estas alturas del cuento habían aprendido (tenían el ejemplo de la India) que lo que obtenían por un lado en forma de materias primas, se les iba por otro en gastos de administración. Un pequeño puerto bien situado les podía suponer casi los mismos beneficios y, sin embargo, un coste muy inferior.

No había pasado mucho tiempo, cuando a los ingleses se les ocurrió que un poco más de tierra en torno a la colonia favorecería su protección ante eventuales ataques. Eligieron como excusa que un barco chino, pero con pabellón ingles, fue apresado en aguas chinas, y se enzarzaron en otra Guerra Anglo-China. El resultado fue el mismo, China volvía a perder y Peking concedía entonces la soberanía de Kowloon a Inglaterra (1860?). Unos años después, y para asegurarse, consiguieron la cesión de los 'Nuevos Territorios' (16 Abril 1898) por 99 años.

El 1 de Julio de 1997 Hong Kong volvió a manos de China, aunque lo hizo como una Región Administrativa Especial.

A muy grandes rasgos (probablemente demasiado grandes), éstos son los orígenes de lo que hoy conocemos como Hong Kong.

3/11/07

----------------------------------------------------------------------- -----------------------CUMPLEAÑOS FELIZ------------------------
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2/11/07

En el flujo del 'Chi' está el secreto de que te duela la cabeza, cojas un refriado o que te mudes al otro barrio. También esconde el misterio de los trastornos metales, y es la causa de que acabemos en los 'pinitos', hablándole al hombre invisible, o creyéndonos el primo de Elvis Presley.
Y eso del 'Chi' que es lo que es, querrá saber alguno. Pues bien, el 'Chi' es la energía vital que fluye por nuestro cuerpo, y en el 'Chin' se basa la Medicina Tradicional China. En definitiva, que si el 'Chi' se mueve con soltura y equilibrio- arriba y abajo, uno, dos, papa y arroz- sin que nada entorpezca su camino, estaremos sanos y gozaremos del equilibrio metal necesario para no volvernos locos con todo lo que se ve hoy en el mundo.
Cuando el equilibrio en el flujo se ve afectado, surge el problema, que tendrá mayor o menor importancia dependiendo del desequilibrio producido. Es entonces cuando toca ir al medico, que a lo que se dedica es a restablecer ese equilibrio, y para lo que usa distintas técnicas como pueden ser la acupuntura o la dietética; estos tíos te pueden curar mandándote unos ejercicios físicos, un masaje o unos ejercicios respiratorios. Eso si, a veces el desequilibrio no hay quien lo arregle, y entonces amigo toca joderse que ya sabíamos a lo que veníamos.
Y llegamos al 'Yin' y al 'Yang', que son las dos fuerzas contrapuestas pero complementarias, y que, en su puja diaria, producen esos desequilibrios a veces tan incómodos. Explicar el tema este del 'Yin' y el 'Yang' se lo dejo a "Wikipedia" ( http://es.wikipedia.org/wiki/Yin_y_yang ), que seguro se van a enterar mucho mejor que si se lo explico yo. Si alguno se lo lee y quiere que le saquemos punta al asunto, lo podemos comentar otro día. Yo me voy a dormir para equilibrar un poco.

1/11/07

Cuando nacemos, nuestro nombre aparece anotado en el "Libro de los Muertos" con la fecha y la hora señalada. El Taoísmo es un camino, un conjunto de practicas dirigidas a que los dioses borren nuestro nombre del "Libro de los Muertos" y lo escriban en el "Libro de la Vida". Durante el tiempo que tenemos en la Tierra, hay que realizar un numero determinado de buenas obras para que eso ocurra y alcanzar la inmortalidad, de lo contrario la muerte no será más que un final, un se acabó lo que se daba, un 'hasta luego Lucas'. Pero si somos lo bastante buenos, habrá premio y seremos inmortales.
Supongamos que nos hemos portado bien y nos llega el momento de 'irnos de viaje'. Pues bien la cosa no es tan fácil, y les diré por que: ¿Que pasa con todo lo que dejamos atrás, con la mujer, los niños o la hipoteca, con todos los momentos vividos, con ese primer beso, con todo lo que quisimos hacer y nunca hicimos...? Los Taoístas tienen una solución para este problema, "La Ceremonia de la Purificación", que no es más que un lavado de recuerdos que deja el alma blanquísima y lista para el viaje al 'otro mundo', evitando así el riesgo de que nos detengamos a mitad de camino por la carga de nuestros recuerdos y quedemos condenados a vivir entre dos mundos para siempre.
No es que me parezca mal la idea de ser inmortal, pero lo que me borren los recuerdos va a ser que no. Así que cuando me muera, si me tengo que quedar sentado en una piedra, esperando que todo lo que me importa en este mundo se muera también, lo haré encantado, porque mi cielo está en mi gente, en mi tierra y en cada momento que he tenido la suerte de haber vivido.AMEN