Es curioso que los españoles lo hacemos casi todo al contrario que el resto del mundo, y así como en todas partes despiden el año con una cuentatras 10,9,8....1 y todos a gritar, nosotros recibimos el nuevo contando hasta 12 y atragantándonos con uvas.
Como aquí no tienen Puerta del Sol ni Canal Sur, tuve que usar una cuchara y un cazo para simular las Campanadas ( algo parecido hicimos en Londres para dar la bienvenida al 2005 aunque en aquella ocasión usamos una olla gigante ). Y de esta manera, siete horas antes que en España, comencé el 2009. Para brindar, y a falta de champán, tuvo que ser vino de mesa de Albacete mezclado con Mirinda de naranja. El turrón fue sustituido por un Magnum de chocolate negro.
