Ya estoy otra vez liado con la maleta y con el cuerpo cortado al pensar en el viajecito que me espera el martes por la noche. Y es que 10 semanas pasan volando y uno no se da ni cuenta del paso de los días cuando se lo está pasando bien. Como siempre que vuelvo a casa, los sentimientos están encontrados y estoy como Silvio Rodriguez cuando cantaba eso de "debo partirme en dos". Lo que pasa que yo ya estoy partido en mucho trozos que me voy dejando por ahí.
Esta vez me llevo de Hong Kong, además de un buen puñado de fotos, un buen amigo que, aunque no es muy fotogénico, tiene jamón serrano en casa y ha conseguido que vuelva a 'la perdición de los bares de copas'. Fuimos juntos campeones de Europa en Hong Kong y me mostró que es verdad que "los pájaros a veces se tiran a las escopetas". Le debo un montón de fotos que le iré mandando durante los recreos del verano.
En estas 10 semanas me bañe en el mar de China, dormí en una isla, conocí lo que significa la palabra llover , estuve en Bangkok, aprendí a ver el fútbol gratis en Internet, me perdí unas pocas de veces en Hong Kong, descubrí algunos atajos para llegar antes a los sitios, escuche que los occidentales somos 'cuai lou' o fantasmas por el color de nuestra piel, mejore en el arte de comer gambas con palillos... en fin, que hice algunas cosas que quizás no hubiera hecho nunca, así que habrá que volver por aquí e intentar, lo que siempre me dice mi hermana, "que mi vida merezca la pena". Y es que anoche escuche en un bar a Bon Jovi cantar "it´s my life" . It is now or never. Ain´t gonna live forever..." Y pensé que claro que sí, que la vida son dos días y que mi sueño es viajar por el mundo.
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