Tengo días en los que no me debo a nada ni a nadie, días que hago cierto aquello de vivir sin dios, patria ni bandera, renunciando a todo en lo que me enseñaron a creer, y me dejo llevar por aquello en lo que sueño. Es verdad que son solo días, porque la mayoría del tiempo me dejo enredar y vivo prisionero de mis miedos.
Hoy hace un año inicie este blog para que fuera una ventanita donde asomarme cuando me siento atrapado. No necesito tener razón, ni convencer a nadie de nada. Cuento lo que quiero, como quiero y cuando quiero. Me sirve para romper cadenas y no olvidarme que lo importante está en los sueños.
Y es que cada vez me cuesta más soñar y dejarme llevar por la fantasía que iluminaba mi mente. Quitadme mis sueños y me habréis quitado la vida.
