Son las 7:30 cuando decido hacerle caso al despertador y abro los ojos. El autobús sale a las 8, así que no tenemos mucho tiempo para prepararnos para un día que se presenta largo. Pero cuando llegamos a la recepción del hotel, allí solo está el guia de la excursión que nos informa que falta una pareja por llegar. Los tortolitos llegan a las 8:10 y, con toda la cara del mundo, nos dicen que aún tienen que desayunar. Estoy a punto de mandarlos a la mierda, pero a esa hora de la mañana todavía no sé como se dice mierda en chino, por lo que me siento tranquilamente a escribir algunas notas sobre el día anterior en mi diario. El guia parece muy interesado en lo que escribo y se me ocurre una idea graciosa. Cuando finalmente pregunta que es lo que estoy escribiendo, Oiting le responde que soy un famoso escritor europeo y que tomo notas para un libro que estoy preparando sobre China. Inmediatamente el guia salió disparado en busca de los tortolitos y en menos de dos minutos salíamos del hotel. Pero mi gozo en un pozo, llegados a la esquina el guia se me acerca y a través de Oiting me informa que tenemos que esperar al autobús que ha ido a recoger al resto del grupo. Respondo que no se preocupe y saco mi libreta al tiempo que el saca un teléfono móvil y empieza a llamar al conductor del autobús. Finalmente salimos a las 8:30 hacia nuestro primer destino: 'Xuanzang House'.
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