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6/12/07

Diario de China: Día sexto. Una noche en el tren

A los hermanos Marx no se les ocurrió rodar 'Una noche en el tren'. Si lo hubieran hecho, seguro que hubieran copiado la escena del camarote de 'Una noche en la Opera' o aquella otra del restaurante y las mesas de 'Una noche en Casablanca', pero en un tren que se llena de chinos. Me imagino la escena: 'ticket please', 'tsie tsie' y otro chino pa' dentro, y así hasta que el vagón se va llenando de gente y maletas y bolsas gigantes, y entonces aparece el que vende los refrescos con su carrito y le sigue el revisor y uno que decide ponerse a barrer justo ahora que todo el mundo está por medio; llega también la policía y una azafata que vende cepillos de dientes; alguien saca un baraja y comienza una partida con el pasillo de por medio; "pipas,chicles,calameros", grita una vendedora; aparece otro carro con platos de arroz y noodles; una chica pasa una bolsa para la basura... y así toda la noche.
Sobre la 1 de la mañana parece que la cosa se calma y muchos empiezan a dar cabezadas. Yo me he terminado un paquete enorme de pipas ( los chinos comen pipas ) y continuo con mi viaje a las Galápagos. Se ha organizado una timba a escasos metros de nosotros y son lo bastante ruidosos para no dejar dormir a nadie. Algunos se han quejado ya, pero los de la timba están a lo suyo y no hacen el menor caso. Entonces empiezan a fumar y aquello se convierte en un pub ( se entiende que de fumadores ) incluida la música que no se de donde ha salido. Las protestas aumentan y entonces Oiting en ingles les recuerda que no se puede fumar en el tren, pero nada de nada. No me gustan los problemas pero estos tíos no obedecen a razones y además no me están dejando leer (probablemente la cosa que más me molesta en el mundo ), así que cuento uno, dos ,tres, y aprovechando mi condición de 'ingles' me levanto y me dirijo hacia el grupo de ruidosos. " What's your fucking problem man?", le digo a uno con cara de lelo y que responde con un "I don't understand". "Tu tía, no entiendes. Ya estás apagando el cigarrito, bajando la música y dejando de gritar". Tengo que decir que son unos segundos muy largos y en los que llego a pensar que me van a partir la cara por listo. Me hacen caso sin embargo, y no solo ellos se callan, sino que se hace el silencio en todo el vagón ( lo que me confirma el respeto que despierta un europeo en China ). La gente puede por fin dormir y yo vuelvo a embarcarme rumbo a Galápagos donde paso el resto de la noche.

5/12/07

Diario de China: Día sexto. Hasta la vista Luoyang

La estación de trenes tiene un aspecto bastante más tranquilo que el que presentaba la de Xi'an. No se si es por la hora de salida o porque es una ciudad más pequeña, pero lo cierto es que hay bastante menos gente e incluso encontramos un asiento donde sentarnos mientras esperamos que abran la puerta de embarque a nuestro tren. El billete en 'hard seat' me ha costado 106 yuan. Serán 10 horas de viaje y como no creo que pueda dormir demasiado, me voy a regalar 'Galápagos: viaje al fin de mundo', de Alberto Vazquez-Figueroa.
Me voy de Luoyang satisfecho de lo que he visto y con una imagen bastante más amable de China que la que me encontré en Xi'an. Tengo que decir que, en general, la gente es muy amable aquí, un lugar donde los niños te gritan 'hello' antes de salir corriendo, tímidos, a esconderse. No deben estar, sin embargo, muy acostumbrados a los 'rostros pálidos' y , sobre todo los viejos, se quedan embobados al verte pasar; algunos se parten el cuello mirándote sin ningún reparo, pero se les nota que es solo curiosidad ante algo que les es extraño. No existe en Luoyang acoso al turista y uno puede pasear tranquilamente sin que le quieran vender algo a cada paso que da. Me gusta Luoyang aunque no sabría decir el porque, solo se que volvería a darme una vuelta por aquí si alguna vez tengo la oportunidad. Si tuviera que describir esta ciudad diría: "Luoyang es como una persona muy fea pero que siempre esta sonriendo".

Diario de China: Día sexto.Traduciendo que es gerundio

Aunque la foto a continuación es horrorosa, contiene un texto que les quiero traducir. Ni que decir tiene, que es Oiting quien traduce primero del Chino al Ingles, para que luego, yo haga lo propio al Castellano. Supongo que por el camino se habrán perdido muchos matices, así que nadie espere una traducción exacta, aunque si aproximativa, del texto en cuestión. La foto fue tomada con premura, en una agencia de reclutamiento laboral o como quiera que se le llame a una oficina que ofrece trabajos a la gente.





"RECLUTAMIENTO



1- Disco Club empleada ( se refiere a bailarina o algo así ). 3000 yuan*.


2- Cargador ( no me queda claro de qué ). 1600 yuan.


3- Seguridad ( interior ). 800 yuan.


4- Cajera de supermercado. 700 yuan.


5- Camarero. 600 yuan.


6- Mudanzas. 1200 yuan.


7- Camarero de Night Club. 700 yuan.


8- Guia turístico. 1500 yuan.


9- (Desconocido). 800 yuan.


10- Empleado en factoría de comida o de juguetes. 800 yuan.


11- Seguridad ( exterior ). 1200 yuan.


12- Limpiador de fachadas y ventanas ( me refiero a esos que se descuelgan por los edificios ). 3000 yuan.


13- Reparador de electrodomésticos. 1500 yuan.


14- Portero. 600 yuan.


15- Lavandería de hotel. 600 yuan.


16- Empleado en factoría de electrodomésticos. 800 yuan.


17- Pintor o soldador. 2500 yuan.


18- Instalador de motores. 1500 yuan.


SERVICIOS MATRIMONIALES/ALQUILER Y VENTA DE PROPIEDADES"



*Recordar que la correspondencia entre Euro y Yuan es de 1 a 10 aproximadamente, con lo que basta con dividir entre 10 para pasar de yuan a euro.

4/12/07

Diario de China: Día sexto. Perderse en Luoyang

Perderse en Luoyang es tan sencillo como montarse en un autobús equivocado; y el numero 53 lo era a pesar de lo que pueda decir mi guia de viajes. Oiting dormitaba y yo miraba los letreros de las calles y que me sonaban todos a 'chino', cuando noté que el autobús hacía un giro extraño a la derecha y que no recordaba del camino de ida. Dejé, sin embargo, transcurrir unos minutos por si volvíamos a girar a la izquierda. Entonces un nuevo giro a la derecha me hizo pensar en el enano de antes y dije '!mierda!, ya la hemos liado'. Desperté a Oiting, que parecía de vuelta de un viaje astral, y le dije que no tenía ni idea de donde estábamos. Sacamos el mapa, pero no nos dio tiempo para mucho porque el autobús se detuvo y anunció que era la última parada. Nos bajamos y, por la cara de la gente al ver un turista por allí, me imagine que estábamos en medio de ningún lugar. Comenzamos a preguntar por la estación de trenes y todos nos miraban con cara de que estábamos locos. Al final decidimos que coger un taxi, aunque de cobardes, era la mejor opción. Además no teníamos mucho tiempo porque había que dejar el hotel antes de las 19:00 ( habíamos alargado la reserva medio día -90 yuan- para dejar las mochilas ) para coger nuestro tren a Beijing. Tardamos un buen rato en ver aparecer uno, pero resultó una buena idea coger un taxi porque estábamos a más de 15 minutos en coche de la estación de trenes. La suerte es que en Luoyang los taxis son incluso más baratos que en Xi'an y solo nos costó 8 yuan la carrera.
Nos dimos una ducha rápida, recogimos los cepillos de dientes y dejamos el hotel entre sonrisas, con el deposito de vuelta y con una factura arrugada en el bolsillo. Como al final nos había sobrado algo de tiempo, volvimos a cenar en el mismo restaurante de la noche anterior. Esta vez fue más cara la cosa: 26 yuan.

Diario de China: Día sexto. Con la mierda en los talones

Me había fijado que los pantalones de los niños pequeños tienen una abertura trasera del tamaño de una cuarta. La razón es bastante sencilla: cuando un enano recibe la llamada de la selva y dice eso de "mama pipí" o " mama caca", es mucho más sencillo abrir por detrás y dejar al descubierto el culete del sujeto, que tener que desabrochar botones y bajárselo todo hasta los tobillos. En vista que la razón parecía, en principio, convincente, y justificaba que a los enanos se le congelaran los bolindres en invierno, quedé a la espera de una demostración del asunto.
Estaba esperando el autobús de vuelta a la ciudad, cuando me fijé en la figura de uno de estos enanos que tiraba del brazo de su madre. 'Ésta va a ser', me dije, 'el niño no aguanta más y, como no hay un baño cerca, la mama le saca el pilindolo y a regar las macetas'. Sin embargo no fue así la historia y, ante mi sorpresa, la madre le abrió la trasera al niño, que allí, en medio de la cera y con todo el mundo pasando, se puso en cuclillas y soltó, para que me entiendan, algo así como un kilo de 'Nocilla'. Me quedé de piedra y esperando a que alguien hiciera o dijera algo. Pero nadie pareció notar nada extraño en que un mocoso se cagase en medio de la vía publica y dejara allí el 'bollicao' del desayuno. Entonces llegó el autobús y me marché, aún incrédulo, de allí.

3/12/07

Diario de China: Día sexto. Al otro lado del rio

Al otro lado del río hay más cuevas, y aunque es verdad que son pocas y menos importantes, también lo es que están en un decorado más bonito, porque se encuentran en una montaña verde donde los arboles son los dueños, y porque desde allí se puede contemplar la otra orilla y observar la grandeza de las 'Longmen caves'. Además hasta allí no llega casi nadie porque la mayoría se quedan satisfechos con hacerse la foto con la estatua más grande y no se plantean siquiera la posibilidad de contemplar la obra en su conjunto. La niebla no dejaba hacer buenas fotos, pero no me importó sentarme en una roca y pasar un rato imaginando un tiempo pasado en el que el hombre era capaz de hacer cosas como ésta. Entonces me vino a la cabeza la imagen de un hombre que destrozaba las cabezas de las estatuas y pensé como el ser humano es tantas veces capaz de destruir lo que a otros tanto esfuerzo costó levantar.



Diario de China: Día sexto. Longmen Caves

Si hay algo que despertó mi atención desde un primer momento a la hora de preparar mi viaje a China, ese algo fueron las 'Longmen Caves'. Fue ver las fotos en mi guia y decidir que ésta tenía que ser, sí o sí, una de las etapas de mi viaje. Las 'Longmen Caves' son un conjunto de unas 2.000 pequeñas cuevas o nichos y que contienen más de 100.000 estatuas budistas. Iniciados los trabajos durante la dinastía Nothern Wei ( 386-534 ), los nichos se fueron situando en la ladera de dos montañas que bordean el río 'Yi' y son, sin duda, la cosa más espectacular que he visto en mi vida.

Hasta allí llegué en el autobús numero 81, que por 1.5 yuan hace el trayecto de 14 km desde la estación de trenes a la entrada del recinto. El pase cuesta 80 yuan e incluye la visita a las cuevas en ambos margenes del río, el templo de Xiangsham y la tumba de Bai juyi. Es un lugar muy concurrido, en el que, sin embargo, apenas pude ver occidentales con la excepción de una excursión de franceses. No se muy bien como describir este lugar, así que pondré alguna foto y que cada uno saque su propia opinión. Yo por mi parte recomiendo a cualquiera que venga a China que se de una vuelta por aquí o por Datong, que está más al norte y que tiene unas cuevas parecidas construidas por la misma gente.






































Diario de China: Día quinto. Cenar por dos euros

Ya de vuelta en Luoyang salimos a dar una vuelta en dirección contraria a la que seguimos el día anterior. Después de un rato caminando, entramos en un restaurante a cenar. Tomé unos dumplings fritos, un plato de arroz con cerdo y un plato con verduras hervidas- Oiting tomó noodles-, y todo acompañado por otra coca cola de litro y medio. La camarera simpatiquísima no dejaba de acercase por si necesitábamos algo. La cuenta fue de 23.5 yuan, o lo que es lo mismo algo más de 2 euros. Pagué 30 y dejé la vuelta de propina después de tener que insistir un buen rato para que la chica aceptara los 6.5 yuan y volviera al restaurante, porque había salido hasta la calle a devolvernos la vuelta.
De camino al hotel paramos en un supermercado a comprar agua y algunas galletas. Después me dí un magnifico baño y caí rendido en la cama.

2/12/07

Diario de China: Día quinto. Shaolines en el 'show business'

Si los lugares que estábamos visitando me estaban encantando, me estaba empezando a cansar de que me trataran de guiar los pasos en todo momento. El primer problema surgió cuando me dijeron que debía seguir al grupo en las visitas. Traté de ser diplomático y explicarles aquello del continente y el contenido o más bien que me dejaran en paz, pero no entendían que durante una visita prefiriera pararme a hablar con la gente y hacerles fotos en vez de tragarme un rollo monumental en chino y detenerme cada vez que al guia le diese la gana para ver lo que ellos consideraban que debía ser importante. Después de algunos intentos para que los siguieran, y viendo que mi cara se iba tornando color 'vete a tomar por c...', me dejaron tranquilo. Sin embargo, tuve sufrir y esperar continuamente a que el grupo se hiciera fotos hasta con el cartel del cuarto de baño.

Así las cosas, eran casi las 14:00 cuando llegamos a 'Shaolin Temple'. 'Shaolin' significa 'bosque joven' y es la orden de monjes luchadores que reside en este templo budista fundado en el siglo V. Al parecer un tal Bodhidarma, un monje indio que llegó en el 527, desarrolló un sistema de ejercicios encaminados a obtener una mejor forma física que ayudara a la hora de meditar y acercarse a Dios ( ya se sabe que estos budistas son capaces de pasarse horas en posturas que se me antojan imposibles como si nada, y mientras, incluso le buscan el sentido a la vida ). Pues bien de estos ejercicios derivó lo que se conoce como 'Shaolin Boxing' y del que derivan todas las demás Artes Marciales.

Dicho ésto, comprenderán lo que significaba poner un pie en el mítico 'Shaolin Temple'. Sin embargo, de mítico le queda ya poco, porque se ha convertido en lo que yo llamaría 'Circo de los hermanos Shaolin'. A mi llegada me encontré con que había allí decenas de autobuses y un hormigueo de turistas se apresuraban a hacerse fotos en posturas ridículas junto a cualquier estatua que encontraran a su paso. Hay exhibiciones, que si bien son espectaculares ( he visto con mis ojos como hacen el pino sobre el dedo índice, rompen barras de hierro con la cabeza o dan saltos que ni los monos de tarzan serian capaces de igualar), no hacen más que incrementar el sentimiento de que estoy ante una maquina de hacer dinero ( 140 yuan la entrada; con diferencia la más cara que he pagado en todo el viaje ). No quiero decir con ésto que no merezca la pena venir hasta aquí, lo que digo es que nadie espere encontrarse con el misticismo que se le supone a un lugar como este. Así las cosas decido alejarme de tanto 'show business' y visitar el cementerio de pagodas donde están enterrados todos los celebres monjes shaolines. Hay que darse un paseo de algo menos de 2 kilómetros para llegar hasta allí, pero merece la pena por el paseo y porque es un lugar del que rebosa todo aquello que falta en el templo y sus alrededores. Si alguien quiere conocer la grandeza de la orden shaolin que se acerque por aquí y se siente junto alguna tumba-pagoda ( alguna con más de 1000 años) y se deje envolver por la historia que tiene este lugar. Por contra si lo que se quieren ver son saltos y juegos malabares mejor se van al circo que queda a la entrada del recinto, junto al templo y las tiendas de souvenires.


Estaba paseando y disfrutando de la magia del lugar, cuando a lo lejos aparece la guia que nos habían encasquetado al llegar y se me acerca corriendo. " Nos vamos en 10 minutos" me dice. Entonces pienso que ha llegado la hora de la venganza después de todo un día esperando a los demás. " Voy en un minuto, solo una foto más", respondo mientras me pierdo entre el bosque de pagodas. A mi regreso, media hora después, todos estaban esperando y la guia parecía al borde de un infarto. Nadie se atrevió a decir una sola palabra. Quizás al final habían aprendido que donde las dan las toman.


1/12/07

Diario de China: Día quinto. ¿Quien dijo viejo?

Las carreteras secundarias están cargadas de encanto, atraviesan pueblos y campos de cultivo y nos hacen participes de la vida de las gentes del campo. No nos detenemos, pero me da tiempo a fijarme que cortarse el pelo en uno de estos pueblos cuesta 3 yuan ( 30 céntimos ) y calculo cuanto me costaría pasarme una temporada allí. Hay carreteras sin asfaltar y el ladrillo vuelve ser la tonalidad prevalente en las construcciones que veo. La gente sonríe, algunos saludan al vernos pasar, otros trabajan la tierra. Nos acercamos a 'Song Shan', una de las cinco montañas sagradas para los Taoístas, y el paisaje toma color a pesar de la niebla. Entonces comienza la subida por una carretera de un solo carril y sin quita miedos. Debería dejar de mirar por la ventana porque sufro de vértigo, pero algo me atrae a mirar el precipicio. Es extraño pero no me asusta que la furgoneta se salga del carril y hagamos caída libre.

'Songyang Academy' fue construida en el año 484 y fue uno de los grandes centros de aprendizaje durante la dinastía Song, además de ser el más importante para la enseñanza del 'Confusionismo'. Es un lugar hermoso rodeado de montañas y en cuyo interior se pueden encontrar varios arboles milenarios. Dos de ellos son cipreses cuya edad está estimada en más de '4500' años, y ahí están los tíos todavía echando hojas verdes a pesar del hombre y su maldita costumbre de cortarlo todo.

30/11/07

Diario de China: Día quinto. Xuanzang y la bola de dragón

Xuanzang fue un monje budista que vivió durante el siglo VII. En la tradición budista es conocido porque, guiado por un sueño, realizó un viaje plagado de peligros y aventuras hasta la India, donde recopiló una gran cantidad de escritos budistas que luego traduciría al chino. Su viaje y las leyendas en torno a este, inspiraron la novela atribuida a Wu Cheng'en y titulada 'Viaje al Oeste' en la que se narra el viaje mitológico que Xuanzang realizó, junto al rey mono Sun Wukong, el monstruo cerdo Zhu Wuneng y el demonio acuático Sha Wujing, a la India en busca de unos 'Sutras' que no existían en China. Esta novela de 1590 es la que inspiró las aventuras de 'Gokú' en la serie manga 'Bola de Dragón'.


Pues bien, nuestro amigo Xuanzang nació cerca de Luoyang y se puede visitar la casa donde por primera vez vio la luz. No es gran cosa, pero no podía perderme el lugar donde nació el personaje que inspiró aquellos dibujos animados que marcaron el comienzo de mi adolescencia. A poca distancia de allí se encuentra un templo dedicado a su figura y que se encuentra en un estado lamentable. La entrada conjunta a los dos lugares es de 30 yuan.

Diario de China: Día quinto. Echar gasolina

Atravesamos la ciudad en dirección Oeste y nos adentramos en una autovía sin curvas. La niebla ha vuelto así que no hay paisaje mas allá de los quince metros. Diez minutos después, nos detenemos junto a una tienda en medio de ninguna parte y nos informa el guia que allí podemos comprar agua y algo de comer. Todos bajan menos Oiting y yo que no estamos dispuestos a darle un duro al primo del guia; por que no veas como canta el asunto. Cuando veo que la cosa se está alargando demasiado, echo mano de mi libreta y poco después emprendemos la marcha. Poco después, sin embargo, volvemos a detenernos, esta vez para echar gasolina. Este episodio es, sin duda, digno de un esperpento de Valle-Inclán. Quizás no me crean pero tardamos 45 minutos en echar gasolina. No se muy bien la razón, pero al parecer alguien se salto la 'cola', digo cola por llamarla de alguna manera, y entonces se inició una discusión a gritos por ver quien iba primero. Cuando ya pienso que aquello no terminará nunca, todo se arregla de pronto y podemos repostar y dejar la dichosa gasolinera. Como consuelo me llevo un par de fotos interesantes y un dato: Un litro de gasolina cuesta 5.18 Yuan.

Diario de China: Día quinto. Nos vamos de excursión

Son las 7:30 cuando decido hacerle caso al despertador y abro los ojos. El autobús sale a las 8, así que no tenemos mucho tiempo para prepararnos para un día que se presenta largo. Pero cuando llegamos a la recepción del hotel, allí solo está el guia de la excursión que nos informa que falta una pareja por llegar. Los tortolitos llegan a las 8:10 y, con toda la cara del mundo, nos dicen que aún tienen que desayunar. Estoy a punto de mandarlos a la mierda, pero a esa hora de la mañana todavía no sé como se dice mierda en chino, por lo que me siento tranquilamente a escribir algunas notas sobre el día anterior en mi diario. El guia parece muy interesado en lo que escribo y se me ocurre una idea graciosa. Cuando finalmente pregunta que es lo que estoy escribiendo, Oiting le responde que soy un famoso escritor europeo y que tomo notas para un libro que estoy preparando sobre China. Inmediatamente el guia salió disparado en busca de los tortolitos y en menos de dos minutos salíamos del hotel. Pero mi gozo en un pozo, llegados a la esquina el guia se me acerca y a través de Oiting me informa que tenemos que esperar al autobús que ha ido a recoger al resto del grupo. Respondo que no se preocupe y saco mi libreta al tiempo que el saca un teléfono móvil y empieza a llamar al conductor del autobús. Finalmente salimos a las 8:30 hacia nuestro primer destino: 'Xuanzang House'.

29/11/07

Diario de China: Día cuarto. Perro a la carta

Desde el hotel llamamos a Beijing para retrasar nuestra reserva. Nos tenemos que pasar un buen rato al teléfono, para que alguien competente sea capaz de entender lo que tratamos de explicar; en vez de llegar el día 11 y marcharnos el 14, llegaremos el 12 y nos iremos el 15. Parece que algo tan sencillo, no lo es para alguna recepcionista de Beijing ( unos días más tarde, tuve que mandar a paseo a esa misma chica, pero eso forma parte de otra historia que contaré más adelante). Pagamos 1.5 yuan por una llamada de unos 10 minutos desde un hotel, así que calculen cuanto puede ser la cuenta del teléfono en Luoyang.
A la salida del hotel, veo un letrero que anuncia una excursión al 'Shaolin Temple', además de a otros tres lugares. Son 40 yuan por el autobús; las entradas se pagan en taquilla a la llegada a cada uno de los puntos señalados. Consulto mi guia y veo que hay una distancia considerable entre cada uno de ellos, lo que los hace inaccesibles para mi si los quiero visitar todos en un solo día y por mi cuenta. El precio me parece razonable y, sin pensarlo dos veces, contrato la excursión para el día siguiente. Ésta sería la primera y la última vez que contrataría una excursión en China.
Luoyang no tiene mucho que ver a nivel turístico. Es una ciudad industrial dividida por grandes avenidas y en la que no encontré nada mejor que hacer, que sentarme a comer en algunos de sus múltiples restaurantes. Esa primera noche cenamos cerca del hotel, en un restaurante en el que me abrieron la puerta tres camareras que no hacían más que inclinarse ante mí, mientras me señalaban una mesa donde sentarme. El dueño del local se apresuró a traernos el mismo el menú y hacernos algunas sugerencias que no aceptamos. Finalmente tomé arroz cocido y una especie de carne mechada que no estaba del todo mal. Pedí entonces una coca cola de lata pero me dijeron que solo la tenían de botella. "Una botella pues, pero por favor me la traen cerrada". Así lo hicieron, pero lo que yo no esperaba, era que me trajeran una botella de litro y medio.
Otra cosa que me llamó la atención fue algo que siempre tomé por una 'leyenda urbana', pero que desde ahora debo reconocer como cierta: Había 'perro' en el menú. No me lo podía creer, pero allí junto al pollo, la ternera o el cerdo aparecía la palabra 'perro'. En fin, también ellos piensan que es bastante desagradable comerse un conejo o una paloma, y aquí bien que nos gustan.
Cuando ya nos íbamos, me fijé en un cartel que colgaba a la entrada del restaurante. Lo traduzco literal y que cada uno haga cuentas si quiere: "SE NECESITA CAMARERO. SALARIO 500RMB AL MES". Exacto 50 euretes al mes.
No eran mas que las 21:00 y, aunque se veía mucha gente aún por la calle, todo aparecía apagado y envuelto en tinieblas. Se ve que no gastan mucho en alumbrado público por aquí, y me parece bien que sean tan ecológicos, aunque me da en la nariz que no es esa la verdadera razón para tanto ahorro.
Como no había 'nada que ver' nos volvimos al hotel, donde me lavé bien las orejas antes de meterme en la cama hasta el día siguiente.

28/11/07

Diario de China: Día cuarto. Llegar en tren

Llegar en tren a una ciudad es una manera de llegar poco a poco. Vas mirando por la ventanilla y vas viendo como aparecen las primeras casas, aun en las afueras, y que van dando paso a los primeros bloques de pisos. También ves un parque y gente que pasea. Un niño agita su mano a lo lejos, en un gesto que dice hola y adiós a un mismo tiempo. La velocidad se reduce más y más hasta convertir este último tramo del viaje en un paseo de bienvenida que la ciudad te tiene preparado. Por eso me gusta el tren y detesto el avión que te suelta de golpe en cualquier sitio adonde vas.
El día es azul, aunque aun quedan rastros de la dichosa niebla que parece que forma parte del paisaje desde que llegue a China, y Luoyang nos recibe con una sonrisa. No tarda, sin embargo, en surgir el primer inconveniente. Teníamos pensado salir para Beijing el día 11 ( hoy es 9 ) de madrugada para llegar antes del mediodía, pero cuando vamos a comprar los billetes, todos los trenes están llenos hasta el día 11 a las 20:00. Ésto nos va a hacer retrasarnos un día con respecto al plan previsto, pero soy de los que piensan que los planes están para cambiarlos e inmediatamente se me ocurre como ocupar ese día extra en Luoyang. 'Shaolin Temple' esta a 73 millas de distancia, así que lo único que tengo que hacer es que buscar una manera de llegar hasta allí mañana por la mañana.
En cuanto salgo de la estación se me echan encima las viejas de los mapas y algunas mujeres que me ofrecen alojamiento por 50 yuan. Por suerte nuestro hotel está justo en frente de la estación y emprendemos una huida rápida con nuestro mapa de 5 yuan.
El hotel se llama 'Jiu Du Hotel' y pago 180 yuan por noche con desayuno incluido. Tengo que decir que el trato a nuestra llegada fue excelente y que en las dos noches que allí pase todo fueron sonrisas y ganas de agradar. Por supuesto estaba sucio, pero tenia bañera y la calefacción funcionaba.

Diario de China: Día cuarto. Una razón y un poco de Historia

En un principio, una única razón me llevó a decidir visitar Luoyang: Las 'Longmen Caves' ( de las que hablaré un poco más adelante ). Y es que mi guía solo menciona esta ciudad de pasada, a pesar de que fue el lugar donde se construyó la primera Universidad de China en AC 29 o de que fue capital de 13 dinastías.
Sin embargo, y una vez en China, se me antojó esta visita una decisión acertada por otras razones. En primer lugar, Luoyang se encuentra a medio camino entre Xi'an y Beijing, lo que suponía hacer este trayecto en dos etapas en lugar de una sola de 15 horas en tren. En segundo lugar, y después de haber visto como pintan las cosas en la parte no turística de China, me pareció interesante visitar una ciudad pequeña y que esta fuera del circuito turístico habitual, y de esta manera confrontar algunas de las ideas, todavía provisionales, con una realidad más tangible de lo que de verdad era China, y efectivamente, los días que pase en Luoyang me aportaron algunos de esos datos que iba buscando. Finalmente, una última razón mucho más mundana me empujaba a Luoyang; quería ver algún sitio distinto a todos aquellos lugares, que por típicos, visita todo el mundo, es decir, quería hacerme esa foto que nadie tiene en el salón de su casa y, que quieren que les diga, presumir un poco de ser el aventurero que estoy lejos de ser.
En definitiva, puedo decirles que, excepto en lo de la foto, no me univoqué de lugar. En Luoyang encontré la China más real, también la mas amable y, porque no decirlo, la más barata.

Luoyang fue capital* en los siguientes periodos:

-AC 2070- AC 1600
-AC 1600- AC 1046
-AC 1046- AC 771
-AC 771- AC 256
-DC 25- 190
-DC 221- 265
-DC 265- 313
-DC 493- 534
-DC 606- 618
-DC 657- 908
-DC 909- 913
-DC 923- 936
-DC 936- 938




* Cuando noté la coincidencia de fechas en relación a los periodos en que Luoyang fue capital y aquellos en los que lo fue Xi'an, pensé que las fuentes que estaba utilizando estaban equivocadas o que quizás el ingles me estaba fallando. Fue entonces cuando caí en la cuenta de que las fronteras de China no siempre fueron las que hoy conocemos, y que en ocasiones cuando se habla de China nos estamos refiriendo a distintos territorios englobados en lo que hoy conocemos como China. No es ésta una respuesta con la que me sienta del todo satisfecho, pero de momento es un tema del que, debo confesar, no tengo la más remota idea. Espero informarme mejor en el futuro y si cabe la ocasión escribir algo al respecto.