Yo solo quería hacerle alguna foto al 'Clock Tower' y probar algunas cosas con la cámara en panorámicas nocturnas, pero no ha habido manera de acercarme porque resulta que hoy llegaba la antorcha olímpica a Hong Kong. Y como no debe haber otro sitio para que descanse el 'Fuego del Olimpo', me han acordonado toda la zona donde pensaba tomar las fotos y me han jodido la tarde.
Ahora bien, pensaran que lo del fuego olímpico tiene su importancia y que hay que mostrarse respetuoso con las tradiciones. Pues si y no, y me explico. Me parece que las tradiciones si que se deben de respetar, pero lo que no se puede es hacer uso según convenga de esas tradiciones y montar una verbena que nada tiene que ver con la película de Ulises. La antorcha, amigos, viaja en primera clase y duerme en los mejores hoteles, por supuesto acompañada de todo un séquito de oportunistas que le dan la vuelta al mundo en 80 días. Y mientras, en el país de las oportunidades, la gente a pasarlas putas; que el espíritu olímpico no es para los pobres, sino asunto de ricos y de gobiernos que dan la espalda a la realidad que vive China, amparados en un estúpido " no se puede mezclar política y deporte". Los griegos crearon los Juegos olímpicos y también la democracia, y ellos sí que mezclaron política y deporte.
Pero lo que más me fastidia es el rollo que se están marcando con lemas tales como " un mundo, un sueño" o "juntos caminando en armonía". Armonía... si claro,pero armonía por cojones.
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